Nuestro cerebro es el encargado de regular las funciones más importantes en el
cuerpo humano, pero cuando pensamos en mantenernos en forma generalmente nos referimos
solamente
a ejercitar nuestro cuerpo. La salud del cerebro influye en nuestros pensamientos, recuerdos,
emociones; esta repercute en nuestra capacidad para trabajar y también para descansar. Pasados los
30 años, dependiendo del estilo de vida, es posible sufrir de alguna disminución en las capacidades
de este órgano tan preciado, y al llegar a la vejez se puede sufrir de una pérdida importante
de sus funciones. Pero no todo está perdido. La
investigación científica ha demostrado que efectivamente se puede contribuir a mantener el cerebro
en forma y sano, siguiendo algunas sencillas recomendaciones.
La primera recomendación se refiere a mantenerse mentalmente activo. Las
actividades que estimulan la actividad cerebral estimulan a las células del cerebro,
y podrían permitir la creación de nuevas células. En términos prácticos esto puede ser
aplicado haciendo puzzles de palabras y juegos de ingenio, leyendo, escribiendo, investigando sobre nuevos temas y
memorizando números telefónicos, entre entras actividades.
Otra recomendación para mantener el cerebro en forma consiste en realizar alguna
actividad física. Los estudios han demostrado que el ejercicio practicado en forma regular tiene un
impacto positivo, tanto en el cuerpo, como en el funcionamiento del cerebro. Los especialistas dicen
que lo bueno para el corazón también lo es para el cerebro. Esto se puede aplicar
con visitas regulares al gimnasio, estableciendo una rutina de trote o practicando algún deporte específico. Algunas
disciplinas orientales de gimnasia pasiva son especialmente recomendadas, como el tai chi o el yoga.
Además se recomienda la meditación característica de estas disciplinas.
El mantener las relaciones sociales activas ayuda a reducir el estrés, cosa que
también contribuye a la salud del cerebro; además las relaciones sociales hacen más estimulantes las
actividades deportivas e intelectuales. Por eso se recomienda mantener el contacto con los amigos,
y participar en agrupaciones de personas con intereses similares, a través de talleres y otros.
La dieta, también juega un rol importante y el ingerir alimentos ricos en anti oxidantes
y bajos en colesterol y grasas puede proteger a las células del cerebro. Para esto se recomiendan
dietas ricas en vegetales y frutas; no está demás decir que se recomienda mantenerse alejados de hábitos
nocivos como el fumar y tomar alcohol en exceso.
Existe creciente evidencia de que las recomendaciones anteriores contribuyen a mantener
el cerebro en forma, permitiendo así vivir la vida plenamente por más tiempo, y en mejores condiciones.