Como los vegetales, los animales cuentan con tejidos que se
reúnen en unidades funcionales más complejas, es decir, los órganos. Pero los
animales tienen además, necesidades más complejas por lo que sus órganos son
mucho más diversos que en las plantas.
Con frecuencia, entre los órganos animales el sistema orgánico
de mayor extensión es el integumentario o tegumento, que está formado por la piel y las faneras. Esta
estructura se encarga de proteger al organismo de lo que está a su alrededor e
impide que la energía y el calor se pierdan. También puede funcionar como
defensa contra depredadores. En invertebrados, está formado por tejido epitelial
(con células sensoriales, secretoras, etc.), tejido conjuntivo (con elementos
linfáticos y terminaciones nerviosas), y en varios grupos, cutícula (estructura
dura que forma una especie de esqueleto externo). En vertebrados, el tegumento
es representado por la piel (formada por epidermis, dermis e hipodermis) y las
faneras, que son estructuras anexas a la piel con distintas funciones. Se pueden
distinguir las escamas (peces), las plumas (aves), los pelos (mamíferos), las
uñas, las garras, los cuernos, entre otros.
Las glándulas son órganos compactos que excretan (glándulas
exocrinas) y secretan (glándulas endocrinas) distintas sustancias al exterior e
interior de un organismo. Son cavidades huecas que expulsan sustancias que
algunas células producen y vierten en ellas. Pueden ser serosas, si expulsan
proteínas, mucosas, si expulsan mucopolisacáridos, seromucosas, si expulsan los
dos anteriores, lipídicas, si expulsan grasas, hormonales, si expulsan hormonas,
y excretoras, si expulsan desechos. Se distinguen las glándulas sudoríparas, que
eliminan toxinas como mecanismo termorregulador, las glándulas sebáceas, que
secretan grasas que permiten la flexibilidad de la piel, y las glándulas
mamarias, que secretan la leche, que es una sustancia nutritiva con la que las
hembras alimentan a las crías.
Los órganos sensoriales permiten la sobrevivencia de los
animales al permitir que obtengan el alimento. En función de ello, se han
desarrollado con distintas capacidades de recepción ante los estímulos. Los de
sensibilidad química, detectan sustancias químicas del exterior y son
principalmente el olfato y el gusto. Los de sensibilidad térmica son
termoceptores que posee todo animal para detectar la temperatura externa e
interna. Los de sensibilidad luminosa, son variados en las especies. Los
protozoos tienen una mancha pigmentada; los gusanos cuentan con células
fotosensibles agrupadas en manchas o formando ojos simples. Algunos moluscos
tienen ojos más complejos. Los artrópodos tienen ojos compuestos, formados de
ojos simples. En los vertebrados, el ojo es más complejo y está desarrollado de
diferente manera según la especie. En cuanto a los de sensibilidad mecánica y
eléctrica, se encuentra el sentido del tacto y el del oído.
Los órganos digestivos son los que preparan el alimento para
la utilización del organismo. El sistema de los vertebrados es el más complejo y
cuenta con diferentes órganos que hacen el proceso. Podemos mencionar la boca,
que puede tener dientes que trituran por primera vez el alimento. En los
mamíferos, las glándulas salivares realizan la primera digestión. La faringe
comunica la boca con el tubo digestivo. El esófago empuja el alimento hacia el
estómago, que contienen los jugos gástricos para digerir los alimentos. Luego
viene el intestino, que varía en longitud (más largo en herbívoros). Finalmente,
el ano, que comunica con el exterior.
El aparato respiratorio está compuesto por los órganos
responsables del intercambio de gases entre el exterior e interior. Su
complejidad varía, siendo simple en algunos invertebrados, aunque muchos de
ellos poseen branquias. Entre los vertebrados, los peses también poseen
branquias, pero más complejas. Los animales terrestres cuentan con tráqueas y
pulmones. Las tráqueas son propias de los invertebrados. Los insectos y arañas
poseen sacos pulmonares. Los vertebrados poseen un pulmón consistente en una
tráquea ramificada en bronquios y una cavidad grande y hueca cubierta de
epitelio vascularizado. En los mamíferos está más desarrollado. Los bronquios se
subdividen en bronquiolos que finalizan en alvéolos.
El aparato circulatorio está formado por los órganos
encargados de la circulación, que son principalmente los vasos sanguíneos y el
corazón. Los invertebrados inferiores no presentan circulación diferenciada. Los
anélidos e insectos poseen un gran vaso dorsal. En los vertebrados hay
circulación cerrada y órganos que la mantienen. Se distinguen las arterias, que
llevan la sangre desde el corazón hacia las periferias del cuerpo. La sangre
usada se devuelve al corazón por las venas. El corazón propulsa la sangre y es
distinto en las especies animales, más complejo en aves y mamíferos.
El sistema nervioso se encarga de transmitir impulsos
nerviosos. En los grupos inferiores es muy simple. En algunos moluscos alcanza
más complejidad pero es más complejo en los vertebrados, con un tubo neural y un
cerebro. En las especies superiores está muy desarrollado. Se compone del
sistema nervioso central ubicado en el encéfalo y en la médula espinal, un
sistema nervioso periférico con nervios y ganglios que conectan los órganos, un
sistema nervioso autónomo que une las vísceras y los órganos de los sentidos.
El aparato excretor es variado en las especies. Los protozoos
acumulan sus desechos en una vacuola. Celentéreos y esponjas los vierten en la
parte central del cuerpo y luego los liberan. En los otros animales hay tres
tipos de órganos que según su complejidad son protonefridios, nefridios y
riñones. Los protonefridios consisten en un tubo con un extremo ciego que recoge
los desechos y el otro extremo los libera al exterior. Los presentan los gusanos
planos. Los nefridios consisten en un tubo con un extremo como embudo que recoge
los residuos; luego, el tubo se ramifica y reabsorbe las partículas que el
organismo puede aprovechar. El otro extremo libera lo que no sirve. Se encuentra
en anélidos y artrópodos. En cuanto a los riñones, se encuentran en los
vertebrados y son un órgano par que extrae los residuos desde la sangre,
reabsorbe los componentes útiles, y secreta el residuo.
Finalmente, el aparato reproductor también varía en
complejidad en las especies. En todos los casos, las células sexuales son óvulos
femeninos y espermatozoides masculinos que se producen en ovario y testículos
respectivamente. Cada uno posee glándulas y conductos que los acompañan. En los
mamíferos, los oviductos se continúan en el útero, que se conecta en la vagina
que luego se abre al exterior. En los machos, existe un órgano adicional llamado
pene, que deposita los espermatozoides directamente en la vagina. Otros animales
con fecundación externa, como los peces, liberan los óvulos y espermatozoides al
exterior. Con esto finaliza esta breve exposición sobre los órganos animales,
cuya finalidad es dar al lector de "misrespuestas.com" una buena visión global
sobre el asunto.