Los órganos vegetales son estructuras muy organizadas,
formadas por varios tipos de tejidos. El conjunto de órganos vegetales se puede
dividir en dos grupos: los de la vida vegetativa, que son el tallo, la hoja y la
raíz, y los de la reproducción, que incluye la flor, el fruto y la semilla. Los
primeros son los encargados de mantener a la planta viva, al absorber y procesar
los elementos necesarios para su alimentación y su desarrollo, como el agua, los
nutrientes, la luz solar, etc. Los otros órganos, están presentes en plantas
evolucionadas y se encargan de todos los aspectos necesarios para perpetuar la
especie mediante la reproducción.
El tallo es el sostenimiento o eje de la planta que soporta
las hojas, las yemas y los órganos reproductores. Generalmente, el tallo es
aéreo, aunque también puede ser subterráneo. Su estructura varía según la clase
de vegetal; puede ser muy simple en el caso de los musgos (con todas las células
iguales) o muy complejo en las plantas vasculares (compuesto de diversos
tejidos). Sus cuatro partes principales son el ápice vegetativo terminal y los
puntos vegetativos axilares, que son las áreas de crecimiento; los nudos, que
son las áreas de nacimiento de las hojas, y los entrenudos, que son las partes
ubicadas entre todos ellos.
El tallo está formado por capas que partiendo del exterior de
denominan epidermis, que actúa como protectora, corteza primaria y cilindro
central. En éste último se encuentra la médula, que contiene unos tubitos
llamados floema y xilema, que son los conductores de la planta. Los tallos
pueden ser de diversos tipos. Los herbáceos son delgados, flexibles y de color
verde. Los leñosos son duros y gruesos, generalmente de árboles y arbustos. Los
rizomas son cilíndricos y crecen debajo de la tierra, como en los helechos. Los
tubérculos son de médula desarrollada y sirven de reserva subterránea como en el
caso de la papa. Los bulbos son pequeños tallos rodeados por hojas modificadas,
y crecen por debajo de la tierra, como las cebollas. Los tallos carnosos son
órganos especialistas en reservar agua, como los cactus.
Entre los órganos vegetales la hoja se caracteriza porque es
un órgano aplanado,
nace en el tallo y se encarga de realizar la fotosíntesis. Las hojas de las
plantas superiores se denominan nomofilos y sólo se encargan de la fotosíntesis.
En cuanto a los musgos y helechos, sus hojas se denominan frondes y también
sirven como productores de esporas. Las hojas se dividen en tres partes: la base
de inserción al tallo, el pecíolo (que la une) y el limbo, que se compone del
haz (parte superior o dorsal) y el envés (parte inferior o ventral). En el limbo
es donde se encuentran los vasos, que sobresalen en la hoja al ser más gruesos.
Ellos sirven de soporte para la hoja y también para transportar el agua con los
nutrientes y la savia.
Las hojas se componen de una cutícula de cobertura, una
epidermis, el parénquima en empalizada (con células alargadas y cloroplastos; es
el centro de la fotosíntesis), el parénquima esponjoso (con células ubicadas
desordenadamente; es el lugar del intercambio gaseoso), otra epidermis y, en la
parte inferior, una cutícula con aberturas llamadas estomas. Las estomas se
abren y cierran debido a células en sus bordes y sirven para que la planta
transpire y para la entrada de anhídrido carbónico y salida de oxígeno.
La raíz es la parte de la planta que, al contrario del tallo,
crece hacia la tierra. Se encarga de absorber el agua y los nutrientes del suelo
y sirve como órgano fijador de la planta. Se compone de una epidermis, en la que
crecen los pelos radicales; la exodermis y la endodermis, que son capas
impermeables que forman parte de la corteza. Dentro de la corteza se encuentra
el cilindro central que contiene tubitos que transportan el agua. A medida que
crece la raíz, se forman nuevos pelos radicales y van muriendo los antiguos. En
el extremo de la raíz existen tras capas de células embrionarias que van
formando epidermis, corteza y cilindro central al crecer. También tiene un
pequeño abultamiento llamado cofia, que se encarga de orientar a la raíz según
la fuerza de gravedad, además de proteger los tejidos embrionarios y facilitar
la penetración por el suelo.
En cuanto a la flor, es un órgano reproductor muy llamativo,
presente en las angiospermas o plantas de flor. Consiste en un eje llamado
receptáculo, en el que está los cuatro órganos especializados o verticilos que
incluyen los sépalos, los pétalos, los estambres y el gineceo. Al conjunto de
pétalos se le llama corola, que es la parte más vistosa de diversos colores. El
resto de los órganos forman el cáliz, de color verde. Los sépalos del cáliz, son
pequeñas hojas que recubren a la flor cuando no se ha desarrollado. Los
estambres son los órganos reproductores masculinos que consisten en una especie
de tallo alargado, a veces con un vaso en el interior llamado filamento, y un
ensanchamiento en la parte superior llamado antera. En estas dos estructuras se
encuentran los sacos polínicos llenos de polen. El gineceo es el órgano
reproductor femenino, que tiene forma de recipiente. Está formado por los
carpelos, que confluyen en la parte superior, formando como un cuello de botella
llamado estilo, que tiene la parte inferior ensanchada, que es el ovario (con
óvulos en su interior). En algunas flores, el estilo se ensancha en la parte
superior, formando el estigma, que es una estructura que permite que se adhieran
los granos de polen. Las flores pueden ser femeninas, masculinas o
hermafroditas.
Siguiendo con los órganos vegetales, en cuanto a los frutos,
estos son típicos de las angiospermas. Se
forma cuando la flor es fecundada. Los pétalos y otros órganos mueren, dejando
al ovario, que crece y se transforma en el fruto. En cuanto a los óvulos, se
convierten en las semillas. La función principal del fruto es diseminar las
semillas. Pueden hacerlo abriéndose y soltando las semillas, o secándose o
siendo consumido por algún animal, con lo que también llegan las semillas al
suelo, como por ejemplo con las heces. Las semillas son embriones en estado de
vida latente. Están protegidas por una membrana dura y pueden estar provistas
por reservas de nutrientes. Pueden resistir por largos años hasta encontrar las
condiciones de temperatura y humedad necesarias para germinar y dar origen a una
nueva planta.