Las flores siempre han generado adoración y cariño por
parte de los seres humanos.
Son muchas y diversas las personas, las cuales cultivan y sienten una real pasión por los más variados
tipos de flores; es que nadie se puede sentir indiferente frente a sus colores y
algunas veces, a los olores que expelen de ellas. Quien ha visto un jardín de
rosas, puede saber, lo hermosas que son, no sólo estas, sino que todas las
flores que existen en el globo. Pero existen diversos tipos de flores, las
cuales son categorizadas dependiendo de distintos enfoques; los más utilizados para categorizar los
tipos de flores son 6, que se encuentran detallados a continuación.
Según la simetría, está la Cigomorfa, de simetría bilateral (con respecto a un plano
vertical). También están la Actinomorfas, las cuales tienen simetría con respecto a un eje. El tercer tipo para esta
clasificación es la flor Asimétrica, que tal como su nombre lo indica no posee eje de simetría.
Según la separación de los pétalos, está la Diapétala, de pétalos separados, y la
Gamosépala, con sus pétalos unidos.
Para la clasificación de tipos de flores según la separación de los sépalos, o elementos que componen el cáliz. En esta clase se
encuentra la flor Diasépala, de sépalos separados, y la Gamosépala, de sépalos unidos.
Otra categorización depende de la disposición o agrupamientos; en este respecto se consideran
las flores solitarias y las agrupadas en inflorescencias, que son ramificaciones del tallo.
Según el largo de los estilos (rabillos que conectan la zona receptora de polen con el ovario)
respecto al estambre (órgano floral masculino). Para esta clasificación están las flores longistilas (las cuales tienen estilos largos)
y brevistilas (estilos más cortos).
Por último, la sexta categorización para los tipos de flores es según la posición del ovario respecto a la corola. Está la flor
Súpera o Superovariada (la más común, con el ovario posicionado sobre el punto de inserción de los pétalos), ya Ínfera o Inferovariada,
que tiene el ovario bajo este punto de inserción. En este segundo caso, el ovario está encerrado dentro del tálamo.