La madera es un material orgánico que conforma el tronco de
un árbol. Los seres humanos la han utilizados por milenios como combustible y
material de construcción para casas, muebles, herramientas, armas, artesanías,
empaques y papel. En el mercado se pueden encontrar varias clases o
clasificaciones para ser utilizadas en distintas áreas.
Una primera clasificación distingue a las maderas macizas,
que son las que se utilizan directamente del tronco del árbol. Destacan estas
maderas por ser de mejor calidad que las procesadas y por lo mismo, se adquieren
a precios más altos. De ella, comúnmente se fabrican tablas o listones y para
utilizarse es necesario someterla a un proceso de secado para lograr
maleabilidad. La calidad es un factor variable que depende del árbol al que
pertenezca la madera. En esta primera clasificación también se encuentran las
maderas procesadas industrialmente, elaboradas con materiales como celulosa,
serrines, virutas, ramas, cortezas y otros. Son una opción más económica que
también presenta una gran resistencia.
Las maderas también son clasificadas en duras o blandas. Las
maderas duras son las que presentan mayor resistencia y también son admiradas
por su belleza. Poseen variaciones de color y de veta que resultan muy
atractivas. Estas maderas se reconocen porque son más pesadas y sus vetas están
más juntas que en otras maderas. Son más difíciles de cortar y trabajar, por lo
que requieren materiales de trabajo de mejor calidad. Son maderas más caras pero
se logran productos de gran calidad y de gran belleza. Entre las más comunes se
encuentran el roble, el nogal, el cerezo, la caoba, el olivo, el fresno, el
castaño, el boj y la haya.
En cuanto a las maderas blandas, son las más dúctiles, aunque
no menos resistentes. Son las más utilizadas y son más baratas y livianas. Se
caracterizan además por tener menos vetas que las maderas duras y tienen menor
densidad. Son más fáciles de trabajar y se ocupan especialmente para hacer
instrumentos musicales, artesanías, muebles, tableros, etc. Sus colores
generalmente son claros, por lo que se someten a barnizados o teñidos. Proceden
de árboles de crecimiento rápido como las coníferas y los árboles perennes.
Destacan las maderas del pino, el álamo, el abeto, el abedul, el ciprés, el
chopo, el eucalipto y el cedro.