El alcoholismo es una enfermedad causada por el abuso compulsivo
de bebidas alcohólicas, que puede traer graves trastornos e incluso tener
consecuencias hereditarias, como enfermedades del sistema nervioso.
Esta, es una de las enfermedades (ya que sin lugar
a dudas, es una condición establecida como una enfermedad), más propagadas en el
mundo. Independiente de los países, clases sociales y edades. Sí, ya que el
alcoholismo, abarca a personas las cuales transitan desde la adolescencia hasta
la adultez, y afecta a hombres y mujeres. Lo que si se debe dejar claro, es que
la tasa de alcoholismo, es mayor en los hombres que en las mujeres, pero aquello
no excluye al sexo femenino de esta enfermedad.
El alcoholismo, es una condición, la cual se va formando por
medio del hábito de tomar alcohol. Sí, ya que muchas de las personas
alcohólicas comienzan como bebedores sociales; esto es, comienzan bebiendo para
tranquilizarse y distenderse en eventos sociales. También están aquellos que
lo hacen para escapar de la realidad, o más bien dicho, para distraerse
de situaciones infelices o sentimientos depresivos.
Existen ciertas claves para identificar conductas que
pueden llevar a desarrollar esta condición. Aquellas personas que requieren comprar compulsivamente
alcohol, para que no se acabe en la tarde o en el fin de semana, deben
preocuparse. De igual manera, si se compra alcohol de manera reiterada, en
distintas botillerías o establecimientos, para no llamar la atención socialmente, lo
más seguro es que esté sufriendo de alcoholismo, ya que inconscientemente, no
se quiere ser descubierto, en aquella conducta. Asimismo, si se esconde el alcohol en
distintos lugares de la casa, para no ser observado bebiendo. Si necesita estar
constantemente bebiendo, para sentirse feliz o cómodo, pues bien, estos son
síntomas claros, de que se está en frente de un caso de alcoholismo. Uno de los
problemas graves de cualquier enfermedad adictiva, es la negación. Así que a lo
mejor alguien está viviendo uno de estos cuadros, pero tenderá a negarlo, con lo
cual, la recuperación se encontrará cada vez más lejana, hasta que la situación se
escape de las manos o algo grave llegue a suceder.
Hay que dejar en claro, que el
consumo “moderado” de alcohol, no es una condición negativa. Es más, existen
diversos estudios e investigaciones, que avalan el consumo de dos copas de vino,
debido a los antioxidantes de aporta al cuerpo aquel brebaje. Asimismo, el
consumo moderado de whiskey, pueden servir para evitar problemas cardiovasculares, por
medio de su acción, en el torrente sanguíneo del ser humano.
El alcoholismo, es una enfermedad que
puede llegar a producir serios problemas a la salud de un ser humano. Como
graves cuadros de hipertensión, hígado graso, cirrosis múltiple e incluso la
muerte del alcohólico. Asimismo, el alcoholismo puede llevar a una persona, en
un profundo estado de embriaguez, a cometer graves actos atentatorios, contra
otras personas. Muchos de los crímenes violentos y asesinatos que se llevan a cabo en un año, tienen
como condicionante, la elevada ingesta de alcohol, por parte del asesino. De
igual manera, el alcoholismo o el alto consumo de alcohol, unido con la
conducción de un automóvil, es la mezcla ideal, para la desgracia y los
accidentes de tránsito.
Aunque el alcoholismo no se puede establecer únicamente
midiendo la cantidad de alcohol que una persona ingiere, si se pueden tomar
ciertas referencias. Un hombre podría padecer de alcoholismo, cuando bebe más
de cinco vasos al día o más de 35 vasos semanales (algo así como un promedio de 40 gramos
diarios de alcohol). En el caso de la mujer, la
dosis es un poco menor, alrededor de los 25 gramos diarios.
Además de las consecuencias en el cuerpo del alcohólico, esta
enfermedad trae graves consecuencias sociales, como la pérdida del trabajo, y la
del respeto y aprecio de amigos y familiares. Es por lo mismo, que frente al
alcoholismo, se debe buscar cuanto antes la ayuda de un especialista en la
materia. Para el tratamiento es común la combinación de psicoterapia con algún
fármaco para controlar el síndrome de abstinencia (por ejemplo las benzodiazepinas).
En algunos casos se usan fármacos para generar un rechazo hacia el
alcohol, como el Disulfiram, que generan desagradables reacciones corporales al ingerir
brebajes alcohólicos.
También se usan las terapias y dinámicas de grupo como en el caso del conocido
centro de Alcohólicos Anónimos (en inglés Alcoholic anonymous, fundado en Estados Unidos
en los años 30) y de la Asociación de Ex Alcohólicos Españoles.
En algunos casos se usan fármacos para generar un rechazo hacia el
alcohol, como el Disulfiram, que generan desagradables reacciones corporales al ingerir
brebajes alcohólicos.
La buena noticia es que la recuperación del alcoholismo es posible.