Comúnmente, se entiende por arbitraje el método o
procedimiento en el cual agentes imparciales, con vastos conocimientos acerca de
un tema en particular que se encuentra en controversia, pueden lograr resolver
un conflicto, en torno a dicho tema, entre dos o más partes; es común observar
el funcionamiento de este mecanismo en conflictos limítrofes entre países, por
ejemplo. Sin embargo, en el área de la economía, el arbitraje es algo totalmente
diferente.
En este ámbito, el arbitraje se configura como la práctica
que se realiza a fin de obtener cierta ventaja en el contexto de un estado
desbalanceado entre dos o más mercados. De este modo, se trata de un conjunto de
movimientos de negocios realizados con el objetivo de explotar dicha diferencia,
y así, obtener, como ganancia, la diferencia entre los precios de los distintos
mercados.
En otras palabras, es posible comprender el arbitraje como
aquella actividad mercantil que pretende sacar provecho de la diferencia de los
precios que un determinado producto posee en los diferentes mercados en los que
se encuentra presente. También se puede aprovechar la diferencia de precio que
se genera cuando el mismo producto se encuentra en turnos sucesivos dentro de un
mismo mercado. Para poder obtener beneficios de esta diferencia es necesario
realizar operaciones contrarias, que por lo general, tienen que ver con la
compra en un mercado y con la venta en el otro.
Para poder realizar un arbitraje más seguro, lo mejor será
realizarlo en un comercio de productos o valores presentes en un campo extenso,
que no requiera de grandes gastos de movilización ni beneficios marginales. Es
usual que se ejerza en giros y títulos de crédito, así como también en valores
en cambio. De este modo, las transacciones son realizadas por comisiones de
bolsa o, como sucede en algunos países como Argentina, por el Banco Central, lo
que permite la compensación de las cotizaciones y mantiene la cobertura de la
moneda que circula.
Un nuevo uso del arbitraje ha tomado relevancia en el mundo
de la Internet, en el mercado de la publicidad, donde se ha
hecho posible el comprar publicidad o visibilidad para anuncios a un precio
menor al que se puede vender; por supuesto que esta forma de arbitraje como las
demás, tienden a desaparecer en el tiempo, en la medida que los agentes
involucrados compiten entre si disminuyendo los márgenes, y los mecanismos el
los sistemas se van corrigiendo para minimizar este efecto.