El arte gótico es un estilo artístico propio de la época
Medieval. Se desarrolló en Francia y luego se esparció por el resto de Europa.
Su desarrollo comenzó a mediados del siglo XII y llegó hasta principios del
siglo XVI. Fue una época de desarrollo urbano y comercial; aumentó el poder
monárquico; la cultura se secularizó; hubo avances científicos y nació la
burguesía. El arte gótico se caracterizó por sus monumentales esculturas, su
vistosa arquitectura y su particular estilo en pintura y otras disciplinas. Fue
reemplazado en el siglo XVI, por el arte renacentista.
La palabra “gótico” se utilizó en un comienzo como un
sinónimo de “bárbaro” en el mundo del arte. Era un término negativo de oprobio
que nombraba a un arte considerado poco refinado y alejado de las formas
estéticas del arte clásico. El término lo habría inventado Giorgio Vasari, quien
lo usó de manera peyorativa a comienzos de 1530, llamando a este arte
“monstruoso y bárbaro”. Incluso muchos grandes artistas de la época lo
criticaron fuertemente, pero más adelante, logró reconocimiento y el término
“gótico” quedó fijo para nombrar a este arte. En la actualidad, este período
artístico se considera unos de los más importantes de Europa.
Lo más característico del arte gótico es su arquitectura, que
ha prevalecido hasta hoy para ser admirada por todo el mundo, especialmente
expresada en la catedral. Se caracteriza por el uso del arco apuntado y la
bóveda de crucería, en la que los empujes están concentrados en los ángulos,
permitiendo así abrir grandes ventanales en los muros laterales. Los arcos son
importantes al enlazar los ángulos de la bóveda con contrafuertes exteriores.
Existen varias fases por las que pasó la arquitectura gótica
en Francia. La fase protogótica en el siglo XII, presenta arcos apuntados
doblados y muy abiertos. El alzado interior de cuatro pisos que consisten en
arquería, tribuna, triforio y ventanal. Tiene una bóveda partida en seis y
presenta poca decoración. (abadái de San Denis, Notre Dame de París). La fase
clásica, al final del siglo XII y comienzos del XIII, tiene arcos esbeltos, un
alzado interior en tres pisos con arquería, tribunal y ventanal y una bóveda
rectangular. (Reims, Amiens, Chartres). La fase manierista, en la segunda mitad
del siglo XIII y siglo XIV, se caracteriza por el arco más en punta, el alzado
interior en dos pisos (arquería y ventanales), bóvedas con nervios secundarios y
rosetones más grandes (Santa Capilla de París, catedral de Rouen). Finalmente,
la fase barroca, en el siglo XV y parte del XVI, tiene estructuras más
sencillas, bóvedas estrelladas, mucha decoración y mayor repertorio de arcos.
El arte gótico también fue importante en Inglaterra
(catedrales de Canterbury, York y Westminster), en Alemania (catedrales de
Colonia, Estrasburgo, Marburgo, Magdeburgo y Ratisbona), en España (catedrales
de Zamora, Tarragona, Burgos, Toledo, León, Palma de Mallorca, Barcelona,
Gerona, entre otros), y con menor importancia en Portugal (convento de Batalha,
monasterio de Alcobaça) y en Italia (cartuja de Pavía, ayuntamiento de Perusa y
palacio ducal Casa del Oro).
En cuanto a la escultura, nació en las murallas de San Denis,
que fue el primer edificio gótico. El espacio preferente de este arte fueron las
diferentes partes arquitectónicas de las catedrales, aunque progresivamente se
alejó de ello hacia un mayor naturalismo. Las esculturas tuvieron un carácter
narrativo en el que las figuras se comunicaban entre sí para expresar dolor,
alegría, tristeza, etc. Destacan el Pórtico Real de Chartres, la portada de
Senlis, las portadas de catedrales de Chartres y Reims, entre otras.
Finalmente, la pintura gótica comenzó unos 50 años después
que la arquitectura y la escultura. Comenzó con el período gótico lineal, con
fondos dorados, simbología, figuras planas, colores vivos e influencia
bizantina. Luego pasó a un período de pintura italogótica, en donde se pierde la
línea negra. La abundancia de elementos decorativos y las formas sinuosas
llegaron a una etapa conocida como gótico internacional, que era un estilo
delicado que se desarrolló en las cortes de Europa entre 1375 y 1425, destacando
la de los reyes de Francia, los duques de Flandes y de Berry. Sobrevivió hasta
1450, cuando lleva al nacimiento del arte flamenco y renacentista. El arte gótico
internacional se caracterizó por su elegancia en las líneas, sus fondos
irreales, sus vivos colores, la delicadeza de sus personajes, sus elementos
naturalistas con simbología y su minuciosidad y detalle.