El Barroco fue un período cultural que se desarrolló a
comienzos del siglo XVII en Roma, Italia. Generalmente, se le sitúa entre el
Renacimiento y el Neoclásico. Ha sido considerado por muchos autores como el
arte de la contrarreforma o del absolutismo europeo, pero también se afirma que
es un conjunto de tendencias desarrolladas en la época, sin estar necesariamente
vinculadas a ningún gobierno o religión. A pesar de haber sido, en algún
momento, un término peyorativo, el estilo Barroco hoy se admira por haber
producido grandes obras en pintura, escultura, arquitectura, música y
literatura.
El término Barroco fue creado por críticos posteriores a la
época. Proviene del portugués barroco, que significa “perla de forma irregular”
o “joya falsa”. Por mucho tiempo, el término se usó de manera negativa, para
criticar el arte de la época como sobrecargado, irracional y con demasiados
adornos y énfasis. En 1888, Heinrich Wölfflin usó nuevamente el término para
diferenciar el Barroco del Renacimiento, como estilos opuestos. Recién en el
siglo XIX, el Barroco fue revalorizado por Jacob Burckhardt, Benedetto Croce y
Eugenio D’Ors.
El Barroco surgió alrededor del año 1600, como un resultado
del deseo de un nuevo arte en la época. Habitualmente, se piensa que el Barroco
fue una inspiración del canon promulgado en el Concilio de Trento, en el que la
Iglesia Católica, se dirigió al arte figurativo, exigiendo que las pinturas y
esculturas de las iglesias hablaran a los analfabetos en lugar de los
instruidos, y animó a terminar con las costumbres pagas de los artistas evitando
los desnudos y los escándalos que se veían tanto en la época renacentista. Sin
embargo, el Barroco surgió una generación después en el siglo XVII. Esa época se
caracterizó por el gran equilibrio que existía entre la ciencia y la razón, y
entre la metafísica y la religión. Hubo cambios políticos y económicos,
descubrimientos y expansión geográfica, todo mientras la humanidad se preocupaba
por las experiencias religiosas.
El Barroco fue un cambio consiente del estilo intelectual del
arte Manierista a un estilo más enfocado en los sentidos y la naturaleza, con
tendencia a lo exagerado y la abundante decoración. Un destacado de la época fue
Caravaggio, que pintaba la naturaleza tal como él la veía y llegó a ser el
creador del naturalismo, una corriente que fue seguida por otros muchos
artistas. En general, en el Barroco se trataron, principalmente, temas
mitológicos, religiosos y también el retrato; todos ellos con la nueva visión
naturalista en la que los artistas expresaban pasión, emoción y los sentimientos
en general. Más tarde surgen otros temas importantes como el paisajismo y la
pintura de género, con temas de la vida cotidiana.
En muchas ocasiones se ha pensado que el Barroco convivió con
el clasicismo, como dos corrientes opuestas. Actualmente, se afirma que el
clasicismo fue una corriente integrante del Barroco. Fue creado por los pintores
Carracci, que sugirieron plasmar un ideal basado en el arte clásico. En las
obras clasicistas se presenta una realidad embellecida por los artistas, según
su punto de vista. Destacan los franceses Poussin y Claudio de Lorena. Otra
corriente del Barroco fue creada por el pintor de bóvedas y techos, Pietro de
Cortona, a la que se le llamó cortonismo. Se caracterizó por darle a los
espacios abiertos, efectos decorativos e ilusionistas. Destacan también, B.
Gaulli y Andrea del Pozzo. En retrato, destacó Rembrandt, considerado el maestro
del estilo y cultivador de todos los géneros.
En cuanto a la escultura barroca, la luz, el espacio y el
tiempo predominaron como los tres elementos más importantes del arte barroco.
Las figuras humanas presentan energía y movimiento dinámico, ocupan el espacio
que las rodea y logran un efecto de continuidad. Se usaron muchas figuras
angelicales con múltiples visiones. Se usaron también elementos externos como
luces ocultas y fuentes de agua. Destaca el escultor Aleijadinho y también el
arquitecto y escultor Bernini, considerado como el escultor más importante del
Barroco.
Referente a la arquitectura, se marcaron diferentes estilos
en los países europeos. En Italia, predominó la arquitectura religiosa con
edificios de plantas ovales, alternaciones de espacios cóncavos y convexos para
lograr un gran efecto de luz y sombra. Destaca nuevamente Bernini, con numerosas
obras como la plaza de San Pedro. También destacó el arquitecto Barromini. En
Francia, la arquitectura se centró en el urbanismo y la monumentalidad de sus
palacios. Las formas fueron más simples y elegantes, propio del clasicismo. Más
tarde, fue adquiriendo más fastuosidad con obras como el palacio de Versalles,
de los arquitectos Le Vau, Mansart y Le Brun. En general, la arquitectura
barroca destaca por su monumentalidad y majestuosidad, con fachadas con
pilastras, columnas, estatuas y relieves vigorosos.
El término Barroco también sirve para nombrar al estilo de
música de la época barroca. Comparte algunos principios estéticos del arte
barroco, como por ejemplo el gusto por la ornamentación. En el Barroco nacieron
los conciertos y las sinfonías, también las óperas, que marcaron el inicio de la
música barroca en el 1600. Los destacados Vivaldi, Bach y Handel fueron las
figuras culminantes del período.
Por último, la literatura barroca expresó nuevos valores
plasmados a través de metáforas y alegorías. Se buscó la virtud, el realismo y
la preocupación por los detalles. En la literatura española, fue el llamado
Siglo de Oro de los escritores. Destacaron Luis de Góngora y Francisco de
Quevedo y Villegas.