Es lo se suele llamar un rito de iniciación que en España se
denomina así y en mi país es llamado “birrear por primera vez”, el “primer
fiestón”, la “primera tanda” o la “primera escapada”. El término “botellón”
seguro que se origina de probablemente del “garrafón” que se usa llenar con
licor y hacer que el novato consuma ojalá de un solo trago, cosa que se sabe es
casi imposible. “Birrear” debe venir del inglés “beer” o el francés “biere” que
significa cerveza, lo de “tanda” puede decirse que se debe a una comparación con
las “tandas de penales” o que generalmente uno iba primero a una “tanda de cine”
o al menos esa era la escusa.
Generalmente este rito se realiza en lugares públicos donde
se reúnen una gran cantidad de jóvenes, la mayoría universitarios, de hecho es
famosa la “Semana U” en mi país porque es una semana que las universidades
dedican a sus alumnos con “Fiestas Bailables” y sitios donde se mezclan el
entretenimiento con el conocimiento, así como también permiten “giras” en las
que alumnos de secundaria pueden visitar y conocer el quehacer universitario. Si
bien las universidades en mi país prohíben el consumo de licores en el “campus”
lo cierto es que cientos de negocios que las rodean se benefician con tal
actitud porque pueden vender licores en gran cantidad.
En muchos lugares se
organizan en casas lo que llamamos “puestos” que son fiestas donde se vende
licor, en general un “puesto” es un lugar provisional donde las personas venden
cualquier cosa, en ferias y otras actividades similares. Supongo que el usar el
término “puesto” fue una forma fácil de engañar a los padres de familia y aquí
es lo que está resultando tan preocupante para las autoridades no menos para los
padres de familia y educadores. Resulta que la edad de “iniciación” es cada vez
más temprana, de hecho los “puestos” que mencionaba antes recibieron ese nombre
para evitar la tutela de los padres de familia en edad colegial.
El empezar a
beber licor tempranamente implica una serie de males sociales que realmente
deben evitarse, por ejemplo los jóvenes iniciados de esta manera al licor quedan
expuestos a embarazos no deseados, abuso físico, propensión a usar dragas
ilegales, abandonar prematuramente los estudios, a tener un estatus de vida más
bajo, lo cual está asociado a muchas frustraciones y a la desesperanza que puede
llevar con facilidad a la delincuencia, ni que decir que son muchísimo más
propensos a desarrollar adicciones tanto al mismo licor como a las drogas
ilegales.
Realmente es necesario hacer algo al respecto, pues parece que los
jóvenes tienden a ignorar lo que se trata de inculcarles tanto en sus hogares
como en sus escuelas en favor de una falsa sensación de alegría y una evasión de
los problemas. Aunque en este sentido nuestras sociedades realmente se la ponen
difícil a los jóvenes presionándolos para terminar una educación que realmente
no garantiza, por lo menos a sus ojos un auténtico bienestar.
Para un joven el
mundo esta lleno de incertidumbres y si se falla en el hogar o en las
instituciones en llevarle por una ruta adecuada las opciones “fáciles”, que
todos sabemos que de fáciles no tienen nada, se vuelven atractivas. No pretendo
decir que es lo se debe hacer, pero el tolerar que los niños, porque en la
práctica todavía lo son, sean llevados por un “disque” ritual a una madurez en
lugar de disfrutar su propia niñez me resulta muy grosero a los sentidos.