El Gingko de Balboa o árbol de los cuarenta escudos es una
especie que mide alrededor de 30 metros de altura y puede llegar a vivir cerca
de mil años. Es considerado el último descendiente de una familia que existió
hace millones de años y que pobló extensamente el mundo. Originariamente
pertenece a China y su crecimiento es complicado ya que los hábitat en los que
se desarrollaba ya no existen. Actualmente puede encontrarse gracias a la gran
valoración que se tiene de ellos y los cuidados especiales que se le han dado.
A esta planta se le atribuyen una serie de facultades
medicinales. Las hojas de Gingko poseen flavonoides, que son unas estructuras
que se encuentran en las plantas, que al ser ingeridas contribuyen a aumentar la
circulación sanguínea tanto a nivel central como periférico. Gracias a esto, la
irrigación de los tejidos orgánicos es más eficiente.
Esto es una característica especialmente ventajosa en el caso
de las personas en edad madura o senil ya que, con el paso del tiempo, la
capacidad de irrigar adecuadamente los tejidos, disminuye. Este problema se
produce con mayor grado en el cerebro, por lo que las personas tienden a sufrir
pérdida de memoria, cansancio, confusión, depresión y ansiedad. La presencia de
estos síntomas disminuye cuando se consume Gingko.
Además, esta planta, favorece a que se reduzca la tendencia
de las plaquetas a aglutinarse, lo que, a su vez, disminuye el riesgo de
formación de coágulos en las venas y arterias. De esta manera, la probabilidad
de sufrir una trombosis es menor. A esta propiedad se le llama función
antiagregante. Además, por esto mismo, es muy recomendable que, aquellas
personas que han padecido de accidentes cerebrovasculares y crisis cardíacas,
consuman Gingko.
Otra ventaja asociada a los flavonoides presentes en las
hojas es su capacidad de neutralizar los radicales libres asociados al proceso
del envejecimiento, esto porque cumplen una importante función oxigenadora a
nivel cerebral, en cuanto aumentan el uso de la glucosa y la producción de
adenosín trifosfato o ATP, una molécula de energía.
Hoy en día, también se han establecido relaciones entre el
consumo de Gingko y la mejora en tratamientos contra el mal de Alzheimer, la
demencia senil y el parkinson. Por todos estos motivos es que ha producido como
suplemento alimenticio y se puede encontrar en farmacias y comercio dedicado a
la venta de productos naturales.