El IMC o Índice de Masa Corporal, es un valor o parámetro que establece
la condición física saludable de una persona en relación a su peso y estatura. Es
considerado como uno de los mejores métodos para saber si el peso de una persona es
aceptable tomando en cuenta su estatura, o si está en riesgo de desnutrición o
de obesidad; problemas que generan numerosos problemas a la salud que incluso
pueden llevar a la muerte.
El IMC, como relación, fue inventado o más bien propuesto por el estadista belga Adolphe Quetelet,
entre los años 1930 y 1950, durante un curso en desarrollo de física social. Ya
para la década de 1960, el IMC se había vuelto muy popular, debido a que el
problema de la obesidad comenzó a ser considerado como un tema importante entre
las sociedades prósperas del occidente. El IMC permitió que, por medio de una
medida numérica, se pudiera considerar si una persona era gorda o delgada, lo
que ayudó a los médicos a estudiar, con más objetividad, tanto el bajo peso como
el sobrepeso de sus pacientes. En la actualidad, el IMC es un tema aún más
popular, debido a que también, la obesidad ha aumentado considerablemente, en la
población mundial.
Aunque útil, el IMC ha tenido controversias en el tiempo, ya
que muchas personas, incluso científicos, han confiado en estos números para
hacer diagnósticos médicos. La realidad es que el IMC no fue creado para eso,
sino para clasificar a individuos sedentarios con una composición corporal
promedio. Y es con esa mira que funcionan estos cálculos.
Y ¿Cómo se calcula el IMC? Muy sencillo: se calcula dividendo al peso, en kilogramos, por la
estatura o talla, en metros, elevada al cuadrado: IMC = peso / (talla^2). Para los
individuos mayores de 18 años, las clasificaciones del IMC, según sus resultados
son los siguientes:
Un IMC de 18.5 a 25, puede indicar un peso ideal; un IMC
inferior a 18.5, puede indicar que la persona está bajo peso o tiene
desnutrición; si es inferior a 17.5, sugiere una anorexia u otro desorden o
enfermedad; un IMC superior a 25, puede indicar que la persona tiene sobrepeso;
si está sobre 30, indica obesidad; y finalmente, un IMC de 40 o mayor, sugiere
que la persona sufre de obesidad mórbida.
A pesar de que es un muy buen indicador del peso saludable de
las personas, el IMC también tiene limitaciones. No considera ni la masa ósea ni
la muscular, por lo que no es aplicable para todas las personas. Por ejemplo,
aquellos con mayor contextura o los atletas y físico-culturistas, pueden tienen
un IMC más alto de lo establecido, pero no por tener más grasa en el cuerpo,
sino por su mayor peso óseo o muscular. Tampoco se consideran los niños, las
mujeres embarazadas y en período de lactancia y las personas mayores.