Primero algo de la historia del magnetismo: los primeros
imanes fueron encontrados en la ciudad de Magnesia en la antigua Grecia, hoy es
una región de Turquía, a partir de grandes depósitos de magnetita (un imán
natura). Hay una leyenda-historia muy interesante sobre el origen del nombre del
fenómeno en cuestión y
Magnesia. Según el cuento un pastor cuidaba de sus ovejas y de pronto resbala
por lo empinado del terreno y cae en una especie de hondonada. El pobre hombre
de pronto se lleva un susto de muerte: no puede moverse, no puede levantar los
pies (imaginasen todas las leyendas que pasaron por su cabeza), luego de algún
tiempo se da cuenta que puede mover los dedos y que son sus zapatos (sandalias)
los que no se mueven. Ya cuando se los ha quitado observa que son los clavos de
los zapatos los que mantiene adheridos a la roca que ya podemos imaginar que es
de magnetita. El pastor se llamaba Magneto.
Lo cierto es que el primero en
estudiar con seriedad el fenómeno del magnetismo fue Tales de Mileto allá por el siglo VI a.C.
Diciendo que el imán atraía al hierro y al extremo de otro imán, pero que si
tomaba por el otro extremo se rechazaban. Hoy día por convención decimos que un
imán tiene un “polo norte y un polo sur”, que si este se orienta hacia el polo
Norte de la Tierra, como una brújula entonces es un polo norte magnético y que
polos iguales (norte-norte o sur-sur) se repelen, mientras que polos diferentes
(norte-sur) se atraen. Los chinos hacen referencia a la brújula ya en el primer
siglo de nuestra era y para el siglo XII tienen un sistema de navegación con
brújulas muy perfeccionado.
El primer logro notable científico fue hecho por Hans Christian Oersted que a petición de sus alumnos descubre que la corriente
eléctrica genera un campo magnético. Más tarde Ampere, Gaus y Faraday encuentran
una serie de leyes que no son bien explicadas o fundamentadas hasta que James
Clark Maxwell nos dice que un electrón es sí mismo un imán y que la luz es un
fotón que genera un campo electro-magnético al viajar por el espacio. En otras
palabras carga eléctrica y magnetismo son cualidades propias de toda la materia
y que cuando tenemos una carga eléctrica en movimiento también se genera un
campo magnético.
Entonces ¿porqué hay materiales magnéticos y otros no
magnéticos? Pues se debe a que el campo magnético (también llamado dominio
magnético o momento magnético) de un electrón está anulado por el de millones de
electrones orientados al azar. Sin embargo en algunos materiales los dominios
magnéticos de los electrones se orientan todos en una misma dirección y entonces
tenemos un imán, esta facilidad de orientar sus electrones en cierta dirección
es propia de algunos metales como el hierro y el níquel, de allí el llamarlos
ferromagnéticos. En resumen el magnetismo es una propiedad de la materia debido
al movimiento de cargas eléctricas que genera en el material dos polos: uno
norte y otro sur.