El ocio tiene distintas acepciones. Por un
lado es el cese de toda actividad, en donde uno sólo se dedica al reposo. Asimismo,
se denomina ocio al tiempo libre con que cuenta una persona, el cual destina a
realizar aquellas actividades recreativas que le brindan placer.
En tiempos pasados de la humanidad las actividades de ocio
eran aquellas dirigidas a las clases dirigentes, y el resto de la sociedad se
dedicaba principalmente a las tareas relacionadas con el trabajo manual, en todas sus formas.
Las actividades que realizaban las clases dirigentes eran
dignificantes no así las que realizaba el resto del pueblo, las cuales eran
serviles e indignas. También se hace distinción entre el ocio vulgar y el
filosófico, ya que el ocio vulgar estaba destinado a la plebe y a los marginados
sociales por lo que no comprendía ninguna dignidad. Esto nos deja, la acepción
del ocio filosófico, a los estratos sociales más altos. Ocio al cual se le daba
un valor dignificante.
Asimismo, hoy en día se le llama ocio a una diversión u
ocupación reposada o tranquila, donde encontramos los famosos hobbies o aficiones personales,
que estas se realizan por lo general en los descanso entre una tarea y otra.
Existen diversas aficiones asociadas al ocio; están las de coleccionismos como lo son la filatelia que es la afición o
colección de los sellos y estampillas. También encontramos la numismática que es
la colección de monedas, el coleccionismo de vitelas o pergaminos, la colección
de antigüedades. Está también el modelismo y maquetas
donde se encuentran el aeromodelismo, el modelismo naval, el modelismo ferroviario y el
miniaturismo. Otras actividades apropiadas para los momentos de ocio son el origami o arte japonés de
plegar papel, el miquigami o rasgado de papel y distintos tipos de juegos como
lo son el ajedrez.
Lo paradójico es que muchas de estas actividades requieren de más esfuerzo y atención que
las labores asociadas a nuestros respectivos trabajos, pero en este sentido hay que considerar que
el desanso para la mente no es sólo el cese de la actividad, sino que el cambio de esta por alguna otra que se
considere gratificante.
No es mera casualidad que los términos ocio y ociosidad tengan una connotación negativa,
ya que el tiempo libre en la actualidad pareciera que
careciese de importancia, al cual se le considera tiempo perdido que conlleva a
la improductividad. Es así, como con la velocidad de los tiempos de hoy, se mal
entiende el ocio. Siendo el tiempo de ocio un factor esencial en
la vida humana como tiempo de distensión, es recomendable
aprovecharlo en obras de ingenio como las antes mencionadas o simplemente como un
tiempo de cese de actividades o descanso. Es así como las personas, logran
desconectarse por algunas horas, del ajetreo diario. Necesidad fundamental, para
evitar enfermedades mentales, provocadas por el estrés. Afección que rodea al
ser humano actual, tanto en su vida laboral, como familiar. Por lo mismo, el
tiempo de ocio no es un tiempo perdido, sino que bien invertido.