La Tierra es el único planeta (cuerpo celesta que orbita
alrededor de una estrella) del sistema solar habitado por los hombres, animales
y plantas, por lo tanto sus características principales son las necesarias para
que exista vida, lo que ha intrigado a la humanidad por todos los siglos, y nos
lleva a cuestionarnos sin una respuesta definitiva ¿porqué surgió la vida en la
tierra? ¿se pueden dar condiciones necesarias para que surja la vida en otros
planetas?... Las respuestas a esas interrogantes no las conocemos, pero si
podemos hablar un poco de nuestro querido planeta.
La Tierra, es el tercer planeta del sistema solar y es
considerado uno de los planetas rocosos del mismo sistema, y y dentro de esta
misma categoría el de mayor tamaño. Sus grandes dimensiones le permiten poder
retener capas de gases como la atmósfera, que se encarga de mantener una
temperatura estable en el planeta. El promedio de esta magnitud es
aproximadamente 15ºC.La superficie terrestre está cubierta en mayor parte por
agua (siete de cada diez) la que contribuye a formar los mares y océanos. Éstos
junto con la atmósfera también se encargan de regular la temperatura ambiental.
En cuanto a su forma, no es una esfera perfecta; se ensancha
en la zona ecuatorial, engrosamiento que alcanza unos 21 Km.
Según especialistas, el planeta Tierra y el sistema solar en
su totalidad se formó hace aproximadamente 4650 millones de años, así lo
evidencia los meteoritos que se corresponden con el núcleo de la Tierra. Luego
de la condensación del polvo cósmico y el gas, la Tierra era casi homogénea y
fría, pero su temperatura aumentó por la radiactividad de algunos elementos. Por
el efecto de la fuerza de gravedad, la Tierra se volvió más heterogénea,
distinguiéndose claramente la diferencia entre la corteza, el manto y el núcleo,
cayendo los elementos más pesados, como el níquel y el hierro al centro (los
principales componentes del núcleo terrestre). Acto seguido, se creó lo que se
conoce como atmósfera primitiva por causa de la erupción de volcanes que
permitieron la salida de vapores y gases, y el vapor que se condensó dio origen
a los primeros mares y océanos. La superficie no cubierta por agua fue
evolucionando por el movimiento tectónico de las placas. Se creía que en un
comienzo era una gran masa terrestre, pero debido a las placas está se fracturó
y se fueron desplazando lentamente, dando origen a lo que hoy se conoce como los
continentes.
Básicamente, en lo mencionado anteriormente consistió la
formación de la Tierra, sin embargo hasta hoy en día, su geografía sigue
cambiando, ya sea por erosiones, movimiento tectónico de placas, calentamiento
global, etc. Otra de las características destacables de este planeta es su
magnetismo. Consiste en que la Tierra se comporta como un verdadero imán, esta
afirmación queda evidenciada por las brújulas, cuyas agujas por magnetismo
tienden a apuntar al norte del planeta.
Cada polo es un imán; polo norte magnético y polo sur
magnético. El primero se encuentra en el oeste de la isla Bathurst en Canadá, y
el segundo de los polos se sitúa en Tierra Adelia (extremo del continente
antártico). Por ejemplo los aviones deben tener esto en cuenta para su
navegación por el planeta Tierra, ya que al pasar demasiado cerca de los polos
los compases magnéticos dejan de entregar información confiable (en términos
prácticos, sus agujas tenderían a apuntar hacia abajo, para lo cual los
instrumentos más antiguos no están preparados).