El plástico es un material sólidos sintético o semi-sintético,
disponible en una amplia variedad de presentaciones, muy utilizado en la elaboración de
productos industriales. La palabra plástico puede definir, de manera general, a
todas las sustancias sin punto fijo de ebullición, que en un intervalo de
temperaturas, son flexibles y elásticas y, por lo tanto, moldeables y adaptables
a diversas formas y aplicaciones. Aunque en la antigüedad, los objetos plásticos
no gozaban de buena reputación, con el tiempo comenzaron a ser indispensables en
la vida cotidiana y en la actualidad, el plástico es uno de los materiales más
utilizados, existiendo más de 2000 tipos.
Los plásticos son polímeros, es decir, estructuras compuestas
por miles de moléculas. Algunas veces plástico y polímero son usados como
sinónimos, pero, en realidad, la palabra plástico define a cualquier material
moldeable, mientras, polímero, define a las sustancia molecularmente. Es por
ello que existen otros polímeros además de los plásticos, como el almidón, el
ADN y otros. Todos los plásticos comerciales conocidos son polímeros. La mayoría
se compone de polímeros de carbono e hidrógeno y otros también tienen de
nitrógeno, cloro y azufre. Muchos plásticos comerciales tienen una base de
silicio.
El plástico se puede clasificar por su estructura química,
según la columna del polímero y sus cadenas. Algunos grupos importantes son los
acrílicos, los poliésteres, las siliconas, los poliuretanos, etc. También se
pueden clasificar según su calidad para la fabricación o diseño del producto. Se
encuentran algunos como los termoplásticos, los termoestables, los elastómeros,
los conductores de electricidad, etc. Además, se pueden diferenciar por su
densidad, tracción, resistencia a productos químicos, etc. Los plásticos se
caracterizan por ser fáciles de manipular, versátiles, impermeables al agua y de
relativo bajo costo, características que los hacen materiales ampliamente usados
para elaborar una gran cantidad de productos. Debido a ello, han desplazado a
otros muchos materiales como madera, piedra, hueso, cuero, papel, metal, vidrio
y cerámica. Sin embargo, aunque pueden ser elaborados para conducir la
electricidad, no pueden reemplazar al cobre o al aluminio en ese campo. Además,
son muy caros para reemplazar a la madera, la cerámica y el concreto en objetos
más grandes como pequeños edificios, puentes, pavimento, vigas, etc.
Los plásticos están presentes en numerosos objetos de nuestra
vida cotidiana como en objetos de cocina, de decoración, útiles de aseo, de
manualidades, etc. También son utilizados en la industria siderúrgica,
metalúrgica, aeronáutica y automovilística. También se usan en decoración,
arquitectura, incluso en la moda. Su producción aumenta cada año y se dice que
es el material del siglo XXI.
Lamentablemente, una de las características más apreciadas
del plástico, que es su durabilidad, es también un factor de preocupación debido
a la contaminación que provoca al ambiente. Su degradación puede durar hasta 300
años, lo que provoca que los numerosos objetos hechos de este material se
acumulen, especialmente las bolsas y otros objetos que comúnmente son
desechados. Se agrava aún más por haber cada vez más objetos desechables de
plástico. También el mar es afectado al haber muchos objetos flotando en su
superficie. Eso provoca contaminación y también problemas a la fauna marina, que
por error los pueden consumir o también atascarse, provocando incluso la muerte
de esos seres vivos. La ciencia y la tecnología están trabajando para que esto
pueda cambiar mediante el reciclaje y la elaboración de productos
biodegradables.