Las palabras latinas que originan el nombre de ritmo
circadiano son “circa” que
significa círculo y “dies” que es días o “diem” que es día. Lo traduciríamos
como “días en círculo”, “días que se repiten” o “se repite en un día”. También
es llamado ciclo biológico pero es algo erróneo porque ciclos biológicos hay
muchos y no todos se pueden circunscribir al circadiano. La ciencia ha
desarrollado este concepto a partir de datos que se conocen desde tiempos de los
griegos como por ejemplo los ciclos de sueño. También todos entendemos que las
plantas tienen “tiempos” para crecer, florear y cambiar de follaje, hasta
tenemos evidencias muy concretas como los anillos anuales de crecimiento de los
árboles y muy en particular el movimiento que tienen las hojas siguiendo al sol,
como ocurre con las flores de girasol.
También se sabe que están relacionados
con el tiempo pero no necesitan de claves temporales para seguir funcionando y
si hay alguna alteración lleva cerca de 24 horas volverlos a poner en su punto
inicial (por ello recibe el nombre de circadiano). Compensa de esta manera
cambios en la temperatura o cuando ocurren ciertos fenómenos como un exceso de
luz (luz brillante o que no deje de iluminarse por muchos días el lugar). En
general se sabe que pueden durar entre 20 a 28 horas (otra razón más para el
nombre) y que están presentes desde células primitivas hasta en nosotros.
Los ciclos relacionados con el sueño son los más importantes:
permiten que la actividad del cerebro disminuya, que los músculos se relajen,
que los daños realizados en los tejidos se reparen de manera más eficiente y muchos otros factores
son favorecidos por el descanso, pero el sueño excesivo también causa daños
a su vez. Las personas con el ciclo circadiano alterado padecen de sueño o
cansancio constante y esto afecta su rendimiento laboral, su desempeño académico
y en general el cómo responde a las problemas a que enfrentan. Los horarios
alternos de trabajo (es decir cambiar de turno diurno, vespertino o nocturno)
alteran mucho el ciclo circadiano, los cambios en las zonas horarias (como
cuando se viaja mucho en avión de un continente a otro) y el insomnio se
encuentran entre las causas más frecuentes en las alteración de este ciclo
biológico.
Al parecer en el hipotálamo se encuentra un grupo de células
conocidas con el nombre de “núcleo supraquiásmático” que son las responsables de
controlar este ciclo, por cierto muchos ven es este grupo de células al famosa
“reloj interno” pero no se puede decir que sea acertada la descripción porque al
“reloj interno” se le atribuyen muchas otras cosas. Antes de terminar hay que
aclarar que el ciclo circadiano no es un biorritmo, que los biorritmos son el
fruto de un intento de cuantificar los ritmos biológicos basados en principios
que se derivan de la astrología.
Es importante también señalar respecto al ritmo circadiano,
en cuanto a los ciclos de sueño y vigilia, que si bien hay técnicas y
suplementos que pueden ayudar a recuperar el ritmo natural, el organismo
requiere de tiempo para ir ajustándose a los nuevos horarios. Entre los
suplementos que se ha visto pueden ayudar, se encuentra la melatonina, que
además es antioxidante, y entre las técnicas, es interesante destacar algo que
han señalado estudios al respecto: si 16 horas antes del horario donde deseamos
comenzar un nuevo día, no se ingieren alimentos, el organismo tiene menos
dificultad de adaptarse (el problema está en que 16 horas es un lapso bastante
prolongado, y no recomendaría intentarlo sin supervisión médica adecuada).