El SEO, en inglés Search Engine Optimization, quiere decir en
español "optimización en motores de búsqueda", y se refiere a toda la serie de
acciones o medidas a tomar para mejorar la posición de una página o sitio web en
los buscadores, para una o varias palabras clave. La idea tras el concepto no es
la de engañar o forzar una página a las primeras posiciones, sino la de
optimizar el diseño y enlaces desde y hacia una determinada página de tal manera
de que sea indexada correctamente y se tome efectivamente en cuenta la calidad
de su contenido para un adecuado posicionamiento.
El concepto de SEO nace primero en el ámbito de las páginas
orientadas al público de habla inglesa, dado el creciente número de páginas que
los grandes buscadores comenzaron a indexar; más tarde comenzó a migrar al
ámbito de otros idiomas, a medida que sus indices también comenzaron a crecer
exponencialmente. Los webmaster o administradores de sitios comenzaron a darse
cuenta de algunas falencias técnicas en el diseño de sus páginas podían
ocasionar errores al ser visitadas por los robots dedicados a encontrar páginas
para agregarlas al índice. Por otra parte, los mismos buscadores necesitaban de
variables o señales para poder determinar correctamente la temática de una
página. Desde este punto de vista, la optimización de sitios ayuda tanto a los
administradores o webmasters y asimismo a los buscadores en su afán de
categorizar correctamente la web.
Al mismo tiempo, algunos administradores de sitios
inescrupulosos comenzaron a buscar defectos en el sistema de indexación para
poder explotarlos, y forzar sus sitios a los primeros lugares para obtener
beneficios monetarios utilizando técnicas como la repetición de palabras en el
texto y en los "meta tags", que son etiquetas para comunicarle a los robots de
los búscadores el título y las palabras clave relevantes para una página, entre
otras cosas. De la misma manera, afortunadamente los buscadores han ido
mejorando sus algoritmos para encontrar y filtrar todas estas prácticas
conocidas como "black hat", o "sombrero negro" (por otro lado las técnicas
éticamente correctas se conocen como "white hat", o de sombrero blanco). Esta es
una verdadera guerra para preservar la integridad de la información que podemos
encontrar el la Internet, que se sigue librando hasta el día de hoy.
Por los motivos mencionados anteriormente es que el intento
deliberado de mejorar el posicionamiento de una página usando métodos de SEO que
no sean éticamente correctos, es un arma de doble filo, ya que tarde o temprano
las páginas que incurren en estas prácticas serán eliminadas o degradadas en el
índice de los buscadores. Por lo tanto al buscar una compañía de SEO para la
optimización de páginas web es necesario asegurarse de que cumplen con las
"guías" oficiales de los buscadores para el diseño de sitios, de tal manera de
lograr un beneficio al largo plazo de los esfuerzos en el posicionamiento (se
pueden ver estas guías en la sección de ayuda de Google, Yahoo! y MSN, por
ejemplo, el parte de información para webmasters o administradores de sitios).
Ahora en cuanto a los factores que se toman en cuenta al
momento de indexar un sitio, son muchos los que se han ido integrando a
complejos algoritmos secretos con el tiempo, pero tres de los factores
principales, hasta hoy universales son: El diseño de una página (en cuanto a la
factibilidad que tengan los robots para indexarla cuando la visiten), el tema de
un sitio y el de sus páginas (obtenido por los buscadores a través de un
análisis del texto, de su historial y actualizaciones) y los enlaces entrantes y
salientes (su calidad, y relación con el sitio y su temática en cuestión).
Como se puede ver, los factores más relevantes en el SEO
responden al sentido común, por lo que no se debe confiar en compañías que
ofrecen "secretos" para un correcto posicionamiento en buscadores. De hecho Matt
Cutts, un representante de Google cuyo blog e interacción con los
administradores de sitios han sido destacados, recomienda simples pasos a seguir
para obtener buenos resultados: 1-Construir el sitio con los usuarios en la
mente( es decir, buscar entregar información de alta calidad) 2- Buscar enlaces
relevantes y darse a conocer entre sitios con temáticas similares. 3- Agregar
más contenido de calidad, volver al paso 2 y repetir. Sencillo y limpio. Algo
que llamará la atención es que no está entre los pasos el dar de alta en
buscadores (enviar los sitios directamente para que sean indexados), ya que
efectivamente no es necesario hoy en día porque los robots prefieren encontrar
nuevos sitios siguiendo enlaces desde otros sitios.
Es verdad que contratar una empresa de SEO puede ser de gran
ayuda para algunos sitios web, sobretodo para poder enfocarnos en nuestras
visitas y nuestro negocio si vendemos algún producto o servicio, pero para los
que no tienen el presupuesto, los principios básicos del posicionamiento pueden
ser aplicados sin mayores dificultades por cualquier webmaster dedicado.
Es normal que a pesar de aplicar correctamente el SEO no
obtengamos buenos resultados de inmediato, ya que como un mecanismo de defensa
ante el "spam" o intento de manipulación maliciosa, los buscadores han
implementado filtros de "antiguedad", lo que quiere decir que una página debe
pasar un periodo de maduración antes de ser considerada seriamente en los
resultados, lo que puede tardar desde algunos meses hasta un par de años. Este
fenómeno es conocido en inglés como el "Sandbox" o caja de arena (refiriéndose
al lugar en donde juegan los niños). Lo importante es no perder la razón y
seguir los pasos del correcto desarrollo de nuestros sitios con calma, aplicando
siempre el sentido común y buscando lo mejor para nuestros visitantes; tarde o
temprano estos esfuerzos de SEO se verán recompensados con buenas posiciones en
los buscadores.