El vidrio celular es un material de construcción también
llamado vidrio expandido. De reciente aparición, este material se obtiene al
fusionar el polvo de vidrio, que presenta células incomunicadas entre sí, debido
a un proceso termo-químico. Esas propiedades permiten que el vidrio celular sea
muy utilizado como aislante térmico, dando protección contra el fuego y la
humedad; también se utiliza en falsos techos.
El vidrio celular resulta de la cocción del polvo vítreo, que
es un material que, normalmente, se produce al reciclar vidrio blanco. Ese
material se esponja al someterse a un proceso termo-químico y se crean burbujas
en vacío parcial. El resultado es el vidrio celular, con una conductividad
térmica muy baja. El siguiente paso es coser la pasta resultante y luego cortar
el material en piezas comerciales. Las medidas más comunes son de 30 a 50cm y de
50 a 100cm.
El vidrio celular, se compara en apariencia y peso a la
piedra pómez, aunque con una textura de mayor porosidad. Es normalmente de color
negro, pero también se comercializa en otros varios colores. Las placas del
material están dotadas de gran dureza y además, son livianas. Su propiedad más
importante es su composición de células cerradas entre sí, que le dan una gran
permeabilidad al agua y al vapor de agua. Es un gran aislante térmico,
incombustible y muy resistente al fuego. Además, posee la propiedad de ser
aséptico y no se puede pudrir. Es resistente a disolventes orgánicos y a casi
todos los ácidos. Es resistente a la compresión y a las variaciones de
temperatura y humedad, por lo que es indeformable. Es muy fácil de trabajar y
cortar y además, no es atacado por insectos u otros animales. Finalmente, es un
material ecológico tanto en su elaboración como en su reciclaje.
Sus aplicaciones son como aislante térmico y como falso
techo. En el primer caso, generalmente es de color negro y se utiliza en muros
medianeros, cubiertas, forjados y soleras. Puede utilizarse en paredes, suelos y
techos. Como falso techo, puede variar en color y se utiliza en lugares húmedos
y ambientes sanitarios. Ello, aprovechando que es un material que no se puede
pudrir y en donde no pueden sobrevivir hongos ni bacterias.