El nombre en español sería Mensajería en la Nube de Google,
también suele suele ser designado con las siglas GCM, obviamente estas siglas
están en su versión inglesa. Es una pequeña aplicación que Google ha introducido
en los dispositivos que usan Android. Anteriormente existía una aplicación
similar llamada Android Cloud Device Messaging (C2DM) que realizaba las mismas
funciones pero que tenía el problema de que los mensajes eran “muy pesados” y
ralentizaban el funcionamiento de los dispositivos.
Ahora bien, en los datos que
puedo extraer de los foros indican que GCM es más bien una especie de protocolo,
más que una aplicación pero esto no lo explica bien en realidad. ¿Cómo lo
podríamos ver? Como una aplicación que implementa un protocolo por el cual un
desarrollador envía datos desde su servidor, la computadora que maneja toda la
información y servicios que sus aplicaciones brindan hacia los teléfonos
inteligentes que usan a Android como sistema operativo. Un ejemplo sería el caso
de la aplicación que casi todos tenemos del FaceBook, digamos que necesita una
nueva actualización o hay que informar de un error, entonces se establece un
protocolo usando a GCM como intermediario.
A los desarrolladores se les indican
que pueden enviarse todo tipo de textos y datos mientras no excedan los 4 kb por
mensaje, aunque no ponen límite al número de mensajes, claramente dicen que
pueden manejar una “cola de mensajes” ilimitada. El servicio también lo ofrecen
gratuitamente y que pueden almacenarse los mensajes en los propios servidores de
Google sin definir si hay límites en este almacenamiento, su cantidad o tiempo;
repito no son claros en cuanto a estos detalles.
Existen muchos manuales que
explican como se lleva a cabo este proceso usando uno u otro lenguaje de
programación pero en realidad el proceso es muy simple y se lleva a cabo en dos
etapas: la primera es la que “identifica” el dispositivo móvil cuyo primer paso
es enviar una señal al servidor GCM que esta en “la nube”, esta señal permite al
móvil registrarse en ese servidor; si ese proceso es exitoso el servidor GCM
envía una identificación para que tanto el servidor GCM como el servidor del
desarrollador pueda determinar “quién es el dispositivo móvil” algo así como el
número de cédula de identidad que se usa en muchos países o el número de
registro del seguro social que se usa en otros; por último el dispositivo
contacta al servidor del desarrollador para ser incluido en la base de datos del
desarrollador usando esa identificación.
A partir de aquí se desarrolla la
segunda etapa, que es propiamente la etapa de mensajería y que consiste en que
el servidor del desarrollador recibe de la base de datos la orden de generar un
mensaje que se debe enviar a ciertos dispositivos, de esta forma un texto del
mensaje es enviado al servidor GCM junto con la lista de dispositivos a los que
debe enviarse, entonces es el servidor GCM el que se encarga de la distribución
de los mensajes.
Aquí podemos ver que el trabajo se recarga en el servidor que
está en la nube, el servidor GCM desahogando el trabajo del servidor del
desarrollador. Muchos pueden ver en esto como una especie de “control” por parte
de Google del flujo de la información pero si las mensajería está cifrada no
habría que temer alguna intromisión sin embargo debe ser muy útil el saber que
aplicaciones están generando más mensajes y así establecer un protocolo más ágil
para esas aplicaciones, hay que hacer notar que un flujo inapropiado entre
varios servidores y un solo teléfono móvil es causa de algunos aparatos se
“congelen” de esta manera se evita que esto ocurre.
En lo personal suelo
respaldar mis aplicaciones en el disco duro de mi computadora y luego
instalarlas, todas a la vez cuando me ha tocado “devolver a su estado de fábrica
al aparato” lo que no supone ningún problema, pero mi aparato se congela unos
minutos supongo mientras se contacta con los diversos servidores para volverse a
registrar, mi hijo dice que es por impaciente que lo mejor sería que instalara
aplicación por aplicación para que el proceso no fuera tan atropellado. Para
decir verdad soy muy paciente con mis alumnos, amigos y familiares, un móvil no
entra en esa categoría aunque muchos crean que si.