Kanban es un término que proviene del japonés y que puede
traducirse al español como “etiqueta de instrucción” o tarjeta. A través de
estas tarjetas, el Kanban se constituye como un sistema que permite sincronizar
las etapas de los procesos de producción, logrando así, cumplir con la entrega
de los productos en tiempos más reducidos y con una mayor calidad, así como
también, evitar los stocks intermedios y el manejo excesivo de materiales,
facilitando el control de la producción y obteniendo un sistema de producción
una gran flexibilidad según cada demanda en particular.
Es un concepto unido al JIT o "Just in Time", que trataremos
en otro artículo. Explicado de manera sencilla, el sistema Kanban consiste en
etiquetar o marcar los productos que salen de una línea de producción, para que
cuando sean retirados del almacenaje producto de una venta, la etiqueta regrese
a la línea etiquetando otro producto, de tal manera de ajustar la producción a
la demanda. Por otra parte, el término se usa también para designar todo un
proceso de inventariado y de mejora continua en la empresa.
La particularidad de este sistema radica en que cambia el
foco de atención del proceso de fabricación, en el que poco se tienen en cuenta
las necesidades y tiempos exigidos en el mercado, y en el que resulta positivo
que las máquinas no dejen de producir jamás, sin tener en cuenta que la
posibilidad de contar con un stock inmovilizado resulta muy perjudicial y
costoso.
Para poder implementar este efectivo sistema, primero es
necesario realizar ciertos cambios. Entre ellos, hay que implemenar nuevos
métodos que reduzcan los tiempos de preparación de las máquinas. En segundo
lugar, es necesario verificar que el último proceso de ensamblaje tenga una
producción nivelada, y por último, velar por la estabilidad operativa entre
equipamiento y máquinas.
Tres son los objetivos básicos del sistema de tarjetas Kanban.
El primero de ellos se refiere a la limitación de los materiales utilizados
entre procesos, mientras que el segundo guarda relación con el orden de la
producción, implementando modificaciones para que ésta sea más sencilla y fácil.
El tercero de los principales objetivos del sistema Kanban es la utilización de
una tarjeta de indicación clara. En otras palabras, las tarjetas Kanban deben
encontrarse siempre junto a los contenedores de materiales, indicando,
claramente, su contenido, nombre, código y destino.