La amortización es la reducción parcial de los montos de una
deuda en un plazo determinado de tiempo. La amortización toma curso cuando un
prestatario le paga a su prestamista un monto del dinero prestado en un cierto
lapso de tiempo, incluyendo las correspondientes tasas de interés. La deuda
puede extinguirse de una sola vez, o bien, hacerlo en forma gradual por medio de
pagos parciales por una determinada cantidad de tiempo, la que ha sido
previamente establecida.
No sólo es posible comprender la amortización desde el punto
de vista anterior. Existen otras definiciones, como por ejemplo, la recuperación
de aquellos fondos que se han invertido en el activo de cierta empresa. Por otra
parte, es posible definir la amortización como aquella compensación en dinero,
equivalente al valor de los medios fundamentales de trabajo, los que podrían
tratarse de maquinarias, o todo tipo de instalaciones. El valor mencionado pasa,
gradualmente, a aquel producto obtenido, a partir del proceso productivo o a la
tarea realizada.
Tomando en cuenta esta última definición, es necesario
mencionar que los medios fundamentales de trabajo sufren un constante desgaste,
que no es sólo material, ya que su propio valor se va transfiriendo al producto
en el que se involucra su trabajo. Por otra parte, como consecuencia de la baja
en el precio de la producción de medios de producción análoga, sufren un
desgaste moral. Por último, es posible considerar el desgaste de éstos, producto
de su envejecimiento a través de los avances científicos y técnicos.
Para poder sobreponerse a estos grandes desgastes de los
medios fundamentales de trabajo, cada empresa debe realizar deducciones de
amortización, a fin de crear un fondo de amortización; estas deducciones se
incluyen en los costes del producto, el que se ve reflejado a la hora de
determinar el precio para su venta.