La apicultura es el arte de criar abejas y aprovechar los
productos de las mismas. No se conoce con exactitud desde cuando el hombre ha
domesticado las abejas melificas; Hay papiros egipcios que señalan como los
apicultores de la época transportaban las colmenas de un lugar a otro. Siempre la miel se ha considerado
especialmente valiosa como edulcorante pero hoy día ha perdido mucho terreno
debido al azúcar de caña, remolacha y otras plantas.
Existen varias variedades
de abejas que son preciadas por el hombre, en especial la apis mellifica
ligustica cuya miel es muy apreciada, es muy dócil y muy resistente a
enfermedades, también es muy prolífera y tiende a formar nuevas colmenas con
menos frecuencia que las otras. Existe una variedad que es la más común para la
apicultura, la apis
mellifica mellifica, con dos razas muy famosas, una alemana y otra holandesa.
Por lo que me cuenta un tío esta última tiene una miel mucho más sabrosa que las
otras y la cera que produce es de mejor calidad. Hay muchas otras variedades
pero sería algo extendido, sin embargo citaré la poco célebre apis mellifera
adansonii, apis dorsata o apis escutelata conocida como la abeja asesina o
africana ( los diversos nombres científicos se deben a que hay varias posibles
clasificaciones según los especialistas), pues es muy difícil de domesticar,
defiende su territorio con especial furor, el humo no las apacigua y produce más
miel que ninguna otra, fue llevada a Brasil para intentar domesticarla y por
accidente las reinas escaparon esparciéndose por toda América.
Todo apicultor
(quien se dedica a la apicultura) debe tener en cuenta algunos detalles para su cuido: conocer algo de su
anatomía, la estructura de la colonia (por cierto se suele llamar colmena a la
estructura física que las abejas construyen y colonia en sí al conjunto de
abejas) su sistema reproductivo (sobre esto es muy importante el ciclo
reproductivo de la reina), la distribución del trabajo dentro de la colonia, la
higiene y el sistema de defensa que utilizan. Claro estamos hablando en términos
muy generales, cada variedad de abejas tiene los propios y prácticamente cada
colonia tiene los suyos.
Un detalle en particular que hay que tener en cuenta es
el enjambrazón, que ocurre cuando las abejas reinas son maduradas por medio de
la “jalea o papilla real” y a pocos días de nacer la abeja reina madre sale del
panal y emigra una distancia considerable (enorme en términos de insectos) con
unas veinte mil obreras dejando en el panal a las nuevas reinas y los zánganos. Algunas veces, si la estación ha sido especialmente buena
para la apicultura hay un enjambre
secundario o más comandados por alguna de las reinas hijas. Rara vez y nadie
sabe con exactitud el porqué, se producen varios enjambres secundarios que en
muchos casos terminan con el abandono total de la colmena.