Es una mala traducción del término en inglés “arithmomania”
pues en español se conoce con el nombre de “desorden obsesivo compulsivo
numérico” o “trastorno obsesivo compulsivo numérico” y a veces lo abrevian como
TOC numérico, también algunos lo llaman el trastorno “Conde Contar” en
recordatorio del personaje de “Plaza Sésamo” (Sesame Street) conocido en España
como el “Conde Draco”, “Conde Contar” en América Latina y en los países de habla
inglesa como “Count von Count” (recordemos que en inglés “count” quiere decir
contar y conde).
La pura verdad no hay un único TOC numérico porque pueden darse
significativas diferencias en algunos pero todos asociados a números o sus
operaciones. Como nota adicional un TOC es un desorden provocado o desatado por
la ansiedad de las personas, que se caracteriza porque la persona tiene
pensamientos muy profundos, recurrentes y persistentes sobre algo, por lo que
realizan conductas repetitivas que alivianan esta ansiedad. En el caso del TOC
numérico o aritmomanía la ansiedad se ve aliviada si la persona encuentra una asociación
matemática, sobre todo aritmética a un número o varios.
El primer caso conocido
es de un señor que pasó toda su vida de manera desapercibida en Alemania, y al
morir encontraron en su vivienda una lista donde con exagerado detalle contaba
todo: cuantos postes de luz había entre su casa y el trabajo, cuantos
cigarrillos, pantalones, camisas, zapatos había comprado en su vida, había puesto
todo con extremo cuidado y lo había contado todo, la lista databa desde tiempos
de su infancia.
Otra manifestación interesante de este desorden es que asocia
cualquier cosa a un número en particular, se dice que el gran genio Nícola Tesla
tenía una compulsión por el número tres, de manera que buscaba que todo a su
alrededor estuviera dispuesto de tres en tres o múltiplos de ese número. Un dato
interesante es el que refieren varios especialistas sobre que los pacientes con
este tipo de desorden parecen estar conscientes de sus compulsiones pero no
logran asociarlas con sus obsesiones, por ejemplo saben que es un comportamiento
anormal el deseo de lavarse cinco veces las manos o usar cinco terrones de
azúcar para endulzar todo, pero no lo conectan con el número cinco en sí.
Hasta
hace unos treinta años estos trastornos se veían como algo incurable y en su
mayoría de la veces, algo inofensivo. Sin embargo, como se trata de una
enfermedad degenerativa (no encuentro mejores palabra) con el tiempo la persona
se vuelve no funcional y hasta puede perder la cordura en casos extremos.
Las
terapias más usadas por los especialistas para la aritmomanía y problemas
similares hoy día implican tratamientos
farmacológicos y una exposición controlada a situaciones adversas, por ejemplo
entrar una habitación donde esté todo desordenado y no sea posible establecer
una relación numérica.