Literalmente, autofagia significa “comerse a sí mismo” y podríamos darle
varios significados prácticos. El más extendido es el que se usa en biología: un
proceso metabólico que destruye las estructuras internas de la célula que ya no
son útiles, las que se producen en demasía o que resultan un cuerpo extraño. En
un principio se pensó que se trataba de un proceso ya conocido: digestión
celular. De hecho es prácticamente igual, pero la digestión celular ocurre
después de una endocitosis, el proceso por el cual una célula incorpora otras
células o sustancias dentro de sí misma formando vacuolas digestivas o
nutricias.
Una vacuola es una vesícula que se agranda para contener sustancias
de reserva como las que almacenan la grasa en el tejido adiposo o para llevar a
cabo diversas funciones como las vacuolas digestivas que extraen los nutrientes
de las sustancias que han entrado en la célula. Éstas en particular se
desarrollan cerca de la membrana celular con la finalidad de que luego de
realizada la digestión llevar se liberaran los desechos por medio de una exocitosis. Las vacuolas encargadas de la autofagia son tan diferencias que
reciben el nombre autofagosomas. Generalmente se ubican adheridos a la membrana
celular, en células procariotas son relativamente pequeños y las eucariotas
pueden alcanzar el de una vacuola.
El proceso es relativamente simple, una serie
de genes sintetizas proteínas que se adhieren a cualquier membrana “anormal”,
como por ejemplo la de una mitocondria deteriorada por alguna razón. Luego de
“ser marcada” la mitocondria es englobada en otra membrana formando una vesícula
y es llevada a una de las vesículas que está en la membrana celular, ésta es en
realidad un lisosoma que se funde con la que contiene la mitocondria formando
el autofagosoma, aunque muchos especialistas ya hablan de autofagosoma desde el
mismo momento en que se forma la envoltura alrededor de la mitocondria otros
consideran que es esta unión lo que lo forma propiamente. Ya en el autofagosoma
las encimas del lisosoma digieren la organela defectuosa. Las sustancias que se
pueden aprovechar son absorbidas por la célula, el resto se desecha por medio de
la exocitosis ya mencionada.
Este proceso está asociado a muchas enfermedades
degenerativas, sobre todo del sistema nervioso periférico y algunas del central.
También la asocian con el cáncer de mama, próstata y ovario, por cierto el
cáncer fue la primera de las enfermedades en asociarse a este proceso. Es
también muy importante en lo referente a la inmunidad que una persona pues
permite la destrucción de células que no funcionan bien y que por tanto son
similares a las que sí funcionan adecuadamente. También relativo a la autofagia tenemos el caso concreto
de la desnutrición: cuando la desnutrición es muy severa, la célula recurre a
consumir sus propias proteínas para así mantener las funciones vitales, aunque
no se ha esclarecido del todo el proceso pero se cree que participan proteínas
específicas que “desenrollan” las proteínas para introducirlas en los autofagosomas.