La corriente alterna, o corriente A/C (alternate current), se llama de este modo
por el cambio periódico que tiene en sus valores y polaridad. O sea, de un nivel cero, pasará al máximo de positivo, de
manera paulatina. Luego esta corriente alterna, volverá a cero y luego
transitará al mínimo negativo. Posteriormente, volverá al nivel cero. Esto
ocurrirá, de manera continua con la corriente alterna, debido a la manera en
que es generada. Todos hemos escuchado de los famosos generadores de corriente,
que funcionan a través de un motor o elemento que gira (por ejemplo el generador
de una central hidroeléctrica, que tiene paletas o palas que hacen girar un eje
aprovechando el movimiento del agua). La generación de corriente se realiza usando
una bobina (cable enrollado sobre un tubo, como si fuera un hilo), a través de lo
que se conoce como inducción.
Una de las primeros éxitos en lo que se refiere a la generación
de corriente alterna por medio de una bobina se lo debemos a William Stanley hijo.
De hecho, su invento, es considerado como el precursor del transformador moderno.
Pero fueron Nikola Telsa, George Westinghouse, entre otros, quienes lograron
diseñar el sistema, que hoy día se utiliza para generar corriente alterna.
Creación que les tomó toda la década del 80`, claro que en el siglo XIX. Dado los logros
de Telsa y los otros científicos, es que a comienzos de 1890, se logra la
primera transmisión de corriente alterna, en los Estados Unidos.
Por medio de la corriente alterna, podemos amplificar el
voltaje, para distribuirlo en pequeñas dosis, de manera más eficiente en un
circuito eléctrico. Con la corriente alterna, nos aseguramos de sufrir la menor
cantidad de pérdida de electricidad. Por lo mismo, las torres de alta tensión,
utilizan éste sistema. Para poder transportar largas distancias, la corriente
que necesitan los hogares particulares.
Como la corriente alterna tiene ciclos o una determinada
frecuencia que se mide en hertz, es recomendable cuando hacemos un viaje averiguar
además del voltaje usado en el lugar de destino, el ciclaje; en la mayor parte
del mundo se usan 50 o 60 Hz. Es un dato importante para el correcto funcionamiento
de nuestros artefactos eléctricos, y para no dañarlos.