La creatividad consiste en la creación de nuevos conceptos,
asociaciones o ideas, apropiadas para su fin y originales, a través de una serie
de procesos mentales. No existe consenso en cuanto a los detalles de estos
procesos mentales, y se han buscado explicaciones y definiciones claras desde
diversos puntos de vista. Por otra parte, no existe una estandarización para
permitir una medición fiable de la misma.
La historia de la creatividad es tan antigua como el mundo
mismo, y los primeros enfoques fueron el darle una explicación de origen divino;
por ejemplo en la Grecia antigua se habla de las musas como fuente de
inspiración para los poetas. En aquella época solo se pensaba que la creatividad
intervenía en la poesía, y solo más adelante en la historia se vino a reconocer
su influencia en otras artes y luego en todos los ámbitos de la vida. Para la
psicología, aunque no existe consenso, la creatividad representa la emergencia
de procesos subconscientes en la conciencia, por lo que estas ideas "creativas"
parecen venir sin la intervención del individuo. Incluso se le ha ligado con la
locura, en realidad con ciertos tipos de personalidades que comparten
características propias de ciertas patologías, lo se especula favorecería el
acceso a ambos hemisferios del cerebro. Para la neurología, esta facultad está
asociada a activación y cooperación entre áreas del cerebro que normalmente
funcional de manera más bien independiente.
Al parecer, los alcances de este fenómeno van más allá de la
ciencia actual, aunque está claramente involucrada en el proceso de
descubrimiento y creación científicos. En los ámbitos en donde es más fácilmente
asociada e imaginable, es en el arte, aunque además es intuitivamente asociable
a la literatura. Pero en realidad esta cualidad o facultad es codiciada en todos
los ámbitos del quehacer humano, como en los negocios, la arquitectura, la
economía y el diseño industrial. Como podemos apreciar, la creatividad es un misterio
formidable.