Es una forma figurativa de hablar de Dios, a veces solo se
dice “La Providencia” y se escribe con mayúscula. La palabra providencia viene
de la misma palabra latina que origina el término “proveer” que podríamos
traducir como prevenir o anticipar, entonces adquiere el sentido de que se
previene lo que va a ocurrir.
Supongo que por el echo de que Dios es el único
que puede anticipar los acontecimientos es que se hace referencia a ello. En
términos legales la “providencia del caso” se refiere a las acciones sencillas
que una persona tiene que hacer para acatar para cumplir con un fallo judicial y
que en no lleven tramites solemnes, como presentar cartas, peticiones, realizar
la copia de un documento y cosas por el estilo, siempre en el sentido de que uno
debe anticipar este tipo de trámites.
Dentro de la teología cristiana el término
divina providencia hace referencia al poder soberano de Dios sobre la creación y sobre todo de su
disposición en ayudar al la humanidad. Recuerdo muy bien a mis abuelos y a mi
abuela paterna, mi abuela materna murió en el parto de la menor de mis tías y
solo la conozco por lo que las personas que la conocían me han contado. Mi
abuelo paterno era bastante alto (para un niño de 7 años era inmenso) y de
constitución más bien delgada, pero las veces que me levantó sus manos se
sentían como de madera (supongo que debido a lo callosas y fuertes que eran).
Fue muy impresionante saber que que cayó con un infarto mientras cortaba
matorrales en un lote de uno de mis tíos, murió tres días después en el hospital
en brazos de mi tío Eduardo, mi abuela moriría también en sus brazos (diez años
después) y el sería al primero de mis tíos que los seguiría después de ellos. Mi
tío Eduardo muy serio contó como mi abuelo de pronto abrió los ojos y dijo “Que
la divina providencia y la Virgencita me los cuide.” Cerró los ojos y dejó de
respirar.
Él era muy devoto del misterio de la “Santa Trinidad”, que en muchas
ocasiones denominaba la “divina providencia” y en Costa Rica le decimos
“Virgencita” a la “Reina de los Ángeles” que es la patrona nacional. La fe y
devoción de mi abuelo la veo en todos mis tíos, y el siempre se preocupó primero
de sus hijos que de sí mismo. Supongo que vio en la “divina providencia” la mano
protectora para su familia en el futuro. Quiero creer que siempre ha sido así.