Para la Real Academia de La Lengua, hipnosis
proviene de hipnotismo, lo que significa: Método para producir el sueño
artificial, mediante influjo personal, o por aparatos adecuados.
Por varias decenas, la hipnosis ha llamado la atención de
las personas. El hecho de poder provocar un estado, en el cual, la persona
es sumamente vulnerable, no deja indiferente a nadie. Sobretodo por el hecho,
que en aquel estado de vulnerabilidad, se puede llegar a zonas de la mente las
cuales han sido dañadas por episodios traumáticos y que por medio de la hipnosis
se les puede dar una solución.
En pocas palabras, la hipnosis es un estado, de tipo
psicológico y fisiológico, el cual es inducido por un hipnotizador. Es un tipo
de estado, distinto al de la vigilia normal, que vive el ser humano. Por medio
de la hipnosis, se puede sugestionar, por medio de órdenes del hipnotizador, al
hipnotizado. Es por lo mismo, que la hipnosis es ampliamente utilizada en el
campo de la psicología o psiquiatría. Ya que de esta manera, se pueden llegar a
manejar distintas patologías referentes a la psiquis.
Incluso Sigmund Freud, el legendario psicólogo creador del
psicoanálisis, estudió las propiedades de la hipnosis y la utilizó en una
primera instancia, para manejar distintos casos de neurosis. De la misma manera,
se han visto muy buenos resultados, por medio de la hipnosis, en el trabajo de
rehabilitamiento de personas sumidas en el alcohol y las drogas. Asimismo, en
sus logros por dejar ambos vicios. Lo mismo ocurre en el caso de personas que
desean abandonar el cigarrillo.
Es que por medio de la hipnosis, se ingresa de manera
directa, al inconsciente del paciente. Esto ya que al encontrarse en un estado
de trance profundo, los niveles de discernimiento del paciente disminuyen al mínimo.
Por ende, cualquier orden o sugestión del hipnotizador, será tomada como
verdadera, por parte del hipnotizado.
Pero la hipnosis como tal, nace en el siglo XVIII, por medio
de un médico austriaco, llamado Franz Anton Mesner. Por medio de la cual, logró
fama mundial, sobretodo en Europa. Ya que se decía que lograba curaciones
milagrosas. Pero hasta ese entonces, no se llegaba a comprender a cabalidad, el
trabajo realizado por medio de la hipnosis. Tuvieron que pasar varios años,
hasta que los discípulos de Mesner, llegaron a la conclusión, que por medio de
la hipnosis, se sugestionaba al paciente, para que se mejorara. De hecho, fue en
el siglo XIX, que un médico escocés, James Braid, acuñó definitivamente la
palabra hipnosis como tal.
Dentro de la hipnosis, hay distintos grados o pasos. Esta el
nivel bajo, el medio y el alto. Siendo en este último, en el cual se logra
provocar en el hipnotizado un trance profundo. Estado en el cual, se le podrá
sugestionar sobre aquello aspectos en los cuales se desea trabajar.
Lo que si se debe velar siempre, es en la idoneidad del que
realiza la hipnosis. Ya que como puede llegar a sugestionar cualquier cosa, no
vaya a ser que sea una persona sin ética profesional y termine sugestionando al
paciente en materias que no practicaría si estuviera consciente.
Por otra parte, se recomienda no realizar hipnosis a aquellas
personas que sufren alteraciones muy graves de la psiquis y personas que sufren
de epilepsia severa; adicionalmente, las diferentes personas tienen diversos grados
de susceptibilidad hipnótica, es decir, no todas las personas llegan fácilmente a niveles
profundos de trance.