Esta enfermedad se caracteriza por la dificultad para
absorber adecuadamente la lactosa en el intestino delgado, lo que hace que esta sustancia
pase al intestino grueso y allí se fermente gracias a la acción de las bacterias
que viven en ese lugar; durante el proceso se liberan metano y otros gases, lo
cual es el motivo por el cual las personas con esta condición padezcan de muchas flatulencias si ingieren grandes cantidades de
este azúcar.
La lactosa es conocida como el azúcar de la leche, lo que se
explica al analizar en detalle su nombre: la palabra proviene del latín "lactis",
por la leche, y la terminación "osa", lo que denota las azúcares. Técnicamente
está formada por dos monosacáridos, la glucosa y la galactosa, lo que la hace un
disacárido; el cuerpo no es capaz de absorberla en su forma de disacárido
propiamente tal, sino que requiere de la enzima lactasa para poder separarla
nuevamente en los monosacáridos glucosa, y galactosa, que si se pueden
aprovechar. Pero con el paso de los años, o por otros motivos, el organismo va
produciendo cada vez menos esta enzima, lo que lleva a la condición de
intolerancia; lo veremos a continuación.
Para los aficionados a las series televisivas en “La teoría del Big
Bang” (“The Big Bang Theory” en inglés) hacen muchas bromas sobre uno de los
protagonista de la serie pues es “intolerante a la lactosa”, que además de eso
tiene una gran cantidad de traumas psicológicos. Mi referencia a la serie
televisiva es para recalcar que aunque parezca cosa de broma en realidad este
mal es muy incómodo para quienes lo padecen y en muchos casos el crecimiento
exagerado de la población de bacterias en el intestino puede provocar otras
anomalías, que son verdaderamente molestas, al punto que una persona llega a
desarrollar una verdadera fobia por lo productos lácteos.
Claro que estoy
hablando de casos extremos así como hay casos en que las molestias son tan
mínimas que los pacientes no llegan a darse cuenta de que tiene este mal. La
enzima que se encarga de ayudar en la absorción de la lactosa se denomina
lactasa y permite la entrada de ese azúcar a través de la pared intestinal al
torrente sanguíneo. Hay varias causas para que esto no ocurra y se presente la
intolerancia: una es por un
tipo de cirugía que afecta la sección del intestino delgado que segrega la
enzima o que absorbe la lactosa; otra sería un insuficiencia de origen genético,
en cuyo caso es un mal permanente pues el gen que sirve para sintetizar la
enzima está dañado; también existe una causa congénita y es propia de ciertas
familias que se manifiesta con la edad pues los adultos experimentan trastornos
en la producción de la lactasa, sobre todo al llegar a la vejez.
Por último
algunas infecciones parasitarias o bacterianas bloquean la acción de la enzima y
la intolerancia se manifiesta como un mal secundario; a propósito muchas
personas intolerantes al gluten resultan con intolerancia a la lactosa como un
mal secundario. Las medidas de salud para estos pacientes son muy simples:
evitar consumir cualquier producto que contenga leche o sus derivados.