El término libre competencia se aplica a la economía y está a íntimamente
ligado al del capitalismo liberal en su doctrina de “laissez-faire” (dejad
hacer). También es denominado “competencia pura” o “competencia perfecta”. La
verdad es que se trata de algo mucho más amplio y que abarca muchos ámbitos de
la vida. La palabra latina de donde se deriva es “compétere” y se puede traducir
como “salir al encuentro de una cosa” o también “estar de acuerdo con algo”.
Es
en el primer sentido que se aplica en economía, pues se hace un esfuerzo
económico para lograr algún fin. En el segundo sentido se bifurcan muchos puntos
de vista, sobre todo en derecho, por ejemplo cuando un juez toma una decisión y
la justifica con la frase “porque eso es de mi competencia y no de la suya” dice
que es una decisión que debe tomar una persona conocedora del tema y tenga
suficientes elementos de juicio para hacerlo.
En la competencia perfecta se dan
una serie de condiciones algo particulares, de las cuales las más importantes
son tres: la primera se trata de que deben existir un número muy grande de
compradores y de vendedores, la segunda que no exista ninguna intervención
manipuladora del mercado como podría ser la del estado o la de in acuerdo entre
las empresas para crear prácticas de monopolio y la tercera que las condiciones
de producción sean constantes. Dadas éstas la competencia entre productores va a
estar ligada a la toma de decisión de los compradores, que a su vez presionarán
a los vendedores y estos a los primeros. El comprador busca básicamente el mejor
precio y calidad o en otras palabras la más alta calidad al menor precio. Los
productores buscarán ofrecer tal calidad y precio maximizando las ganancias con
un gran beneficio por parte de los compradores.
La libre competencia puede ocurrir en ciertos tipos
de mercados pero es un ideal que en ocasiones cuesta alcanzar, por dar un ejemplo tenemos el
caso de un grupo de cooperativas que se ponen de acuerdo para brindar préstamos
baratos, un producto que beneficia a muchos, y así logran sacar del mercado a
los otros prestamistas mas luego pueden aumentar sus ganancias por medio de los
intereses a sus préstamos actuales, a los venideros o una combinación de ambos.
Alguien podría argumentar que en este caso la insatisfacción por parte de los
consumidores llevaría de manera natural a la entrada en el mercado de nuevos
protagonistas, pero muchas veces hay trabas de orden regulatorio o económico que
no los incentiva (hablamos de las "barreras de entrada") - por este motivo es
que en muchos casos se dan monopolios naturales, o sea se crean mercados en
donde nadie puede o quiere entrar.
Por lo anterior es que se buscan las condiciones para que se
pueda dar efectivamente una libre competencia, incentivando en ciertos casos la
entrada al mercado de nuevos competidores, o por otro lado poniendo trabas a los
monopolios, o incluso regulando si es que estos se dan de manera natural, entre
otras medidas. O sea se acepta que en la práctica en ciertos ámbitos se dan
eventualmente estas distorsiones en el mercado, pero allí esta el rol
regulador de las autoridades para permitir el desarrollo ligado a una sana
competencia.