Resulta una de esas preguntas que es por demás difícil de
resolver porque a lo largo del tiempo el concepto de naturaleza ha cambiado de significado o ha
tenido muchos usos. Casi que todos los autores reconocen que la palabra viene
del latín “naturalis” que es como tradujeron los romanos el término griego
“physis” que a su vez nosotros interpretaríamos como la forma innata que tienen
las cosas. La razón de tal traducción se pierde en el tiempo pero muchos creen
que tiene que ver con una palabra que los romanos tomaron del norte de Europa y
que hace referencia a el nacimiento, debo decir que no todos los autores están
de acuerdo pero creo que es una buena aproximación a lo ocurrido. En este
sentido naturaleza sería todo aquello que está en su estado más “bruto”, tosco, primitivo
o lo que surge y se presenta espontáneamente. También se entiende que todo en el
universo ha pasado por ese estado primitivo (o se encuentra todavía en él) y
entonces la naturaleza se convierte en un sinónimo del universo mismo.
Otra aproximación bastante utilizada respecto al significado
de este concepto, es considerar a la naturaleza como sinónimo de la biosfera, es
decir el ecosistema global, que comprende a todos los seres vivos más el medio y
fenómenos físicos que se presentan en el planeta; asimismo, en ocasiones en la
literatura se usa la palabra para referirnos a un supuesto principio tras los
fenómenos relacionados con la vida y la existencia en general, por lo que
escuchamos hablar de la "madre naturaleza" (y simbólicamente en sociedades
primitivas se solía representar a la naturaleza en la forma de una mujer, por su
capacidad de dar a luz, es decir permitir el nacimiento).
Regresando a su significado relativo al estado original de
las cosas, vemos que no todo está en su estado
primitivo, en especial lo que el hombre ha manipulado y entonces decimos que es
algo artificial. De esta manera tenemos dos conceptos contrapuestos: la
naturaleza y lo artificial o hecho por el hombre. También se entiende que cada
cosa tiene su propia naturaleza, aquello con lo que nace o se forma
originalmente, y que con el tiempo esta naturaleza se trasforma, de allí que
digamos que “un tigre tiene una naturaleza violenta” o que un cordero es
“apacible por naturaleza”. Se entiende también que los cambios producidos por
seguir a la naturaleza propia de las cosas son cambios naturales y que si se
altera este orden entonces tenemos cambios artificiales pues no pueden ser
producidos si no es por la mano del hombre.
Aquí tenemos una pequeña
contradicción que nadie cuestiona pero que es importante tomar en cuenta. Veamos
el caso de un humedal en mi país, dos especies de plantas han llegado a ese
humedal y han iniciado un proceso que se conoce como “sucesión ecológica” que
implica que poco a poco el humedal se transformará en otro ecosistema más seco.
¿Qué tiene de particular? Pues que en esta sucesión ecológica muchísimas aves
migratorias ya no podrán anidar al cobijo y protección de este humedal y el
turismo de la zona se vería afectado. Entonces nace una campaña para proveer de
maquinara que elimine periódicamente “las especies invasoras” y así “proteger” y
“conservar” el humedal. A alguien un poco quisquilloso le parecería una
contradicción pero la verdad es que no podemos prever lo que la sucesión
ecológica produciría allí salvo por un hecho seguro: se perderían los hábitats
tan importantes para esas aves y en un mundo donde quedan pocos hábitats
naturales es prioritario rescatar éste a cualquier precio. Al fin y al cabo, ¿no
estamos haciendo lo más natural que tiene el ser humano? Rescatar al desvalido.
La naturaleza nos rodea y la llevamos adentro de nosotros, tal vez no sea
posible meterla en un frasco y llevarla a nuestras mesas, como muchos productos
“naturistas” se precian de hacer, pues en el proceso ha metido la mano el hombre
y eso ya es artificial, siendo un poco quisquilloso si se quiere decir. En el
hombre vamos a encontrar ambas realidades: la de querer acercarse a la
naturaleza, verla tal cual es, disfrutarla y la de querer dominar y transformar
lo que le rodea para acomodarlo a sus propios deseos y necesidades. Es la
naturaleza propia del ser humano la que manifiesta así.
Sin embargo voy a esto:
el hombre en su estado primitivo tal vez se perdería de muchísimos beneficios
que hoy tenemos y nadie me convencerá que una persona de la edad del bronce cuya
estatura de un metro cincuenta centímetros, un promedio de vida que no excedía
los cuarenta y cinco años (cincuenta si uno llegaba a muy viejo) y condiciones
de vida que hoy consideraríamos de extrema pobreza serían los ideales pero eso
era lo mejor a lo que el promedio de estas personas podían aspirar y esa era
nuestra civilización más importante de la época. Sólo nos podemos imaginar
ligeramente como sería antes de eso por las evidencias arqueológicas.
Yo
quisiera que no existiera esa división tan grande entre “progresismo” y
“naturismo” (lo que se refleja en el dilema entre el desarrollo y la ecología) pues ambas cosas son parte del ser humano, la cuestión sería
encontrar como reconciliar ambas partes de nuestra naturaleza, de nuestro ser.
Me parece que debemos entender que todo lo que nos rodea “artificial” o
“natural” es parte nuestra de nuestra propia naturaleza en su sentido más
amplio, y no podemos desligarnos
de una o de otra; el camino es el de reconciliar ambas partes.