La petrología es la ciencia dedicada al estudio de las rocas,
que son el material sólido que compone la capa externa de la Tierra. Estudia las
propiedades físicas, químicas, espaciales, mineralógicas y cronológicas de las
rocas y de los procesos que las forman. Es considerada una de las principales
ramas de la geología y, a su vez, se divide en dos ramas: la petrología exógena,
que estudia las rocas surgidas cerca de la superficie terrestre y, la petrología
endógena, que estudia las rocas originadas en las capas profundas de la Tierra.
La petrología divide las rocas en tres grandes grupos: las
rocas ígneas, las rocas metamórficas y las rocas sedimentarias, cada grupo
dividido, a su vez, e varias familias. La petrología endógena se ocupa del
estudio de los dos primeros grupos, mientras que el tercero es parte del campo
de la petrología exógena.
Las rocas ígneas o magmáticas son formaciones ocurridas por
la solidificación de los magmas, que son masas de materiales en estado
parcialmente líquido y que se encuentran en las capas profundas de la corteza
terrestre a temperaturas extremadamente altas, llegando a varios miles de
grados. Si el magma se solidifica estando dentro de la corteza, las rocas
resultantes son llamadas plutónicas o intrusivas. Si el magma se solidifica en
el exterior como consecuencia de la actividad volcánica, las rocas son llamadas
volcánicas o efusivas.
Las rocas ígneas tienen estructura cristalina y se forman
casi únicamente por silicatos. Se clasifican según su composición mineralógica.
Entre las rocas plutónicas se encuentran los granitos, la más común del tipo,
formadas por cuarzo y feldespato. Los gabros, formados por uno y más minerales
de piroxena, olivino, biotita, serpentina, y otros. También se encuentran
dioritas, sienitas, pórfidos y otros. En cuanto a las rocas volcánicas, son
comunes los basaltos, de composición similar a los gabros y son las más comunes
de las originadas por una erupción. Otros materiales eruptivos son los
piroclastos y las lavas.
Las rocas sedimentarias son las que se forman en la
superficie terrestre debido a la presión ejercida por el peso de los sedimentos
que se depositan, lo que cambia la estructura y la composición de las rocas.
Estas rocas son el producto de procesos ocurridos en épocas geológicas antiguas
que en su mayoría han ocurrido en el mar; sin embargo, debido a cambios en la
distribución de las aguas marinas, también aparecen rocas sedimentarias en los
continentes.
Las rocas sedimentarias se dividen en las detríticas o
clásticas y las químicas, que también incluyen las de origen orgánico y
bioquímico. Entre las detríticas se encuentran los conglomerados, formados por
fragmentos de más de 5 milímetros; las areniscas, constituidas por fragmentos
entre 0,06 y 2 milímetros; y las arcillas, que tienen partículas menores a 0,06
milímetros. En cuanto a las rocas químicas, pueden ser calcáreas, como las
dolomías; silíceas, como el sílex; fosfáticas, como las fosforitas; y salinas,
como los yacimientos de sal.
Finalmente, las rocas metamórficas son el resultado de la
transformación de otras rocas de origen plutónico o sedimentario. Se forman
debido a los efectos causados por la temperatura y la presión, que modifican su
textura, su composición mineralógica y su estructura. Los resultados dependen de
la composición original y del grado variable en que actúan los dos factores
mencionados antes.
Ejemplos de rocas metamórficas son las corneanas, que se
producen por un aumento local de la temperatura dentro de la corteza y varían en
composición, según la que tenía la roca original. Dentro de este grupo se
encuentran los mármoles, resultados de la transformación de rocas carbonatadas y
formados por calcita y dolomita cristalina. Otra roca metamórfica es la pizarra,
que se forma debido a la metamorfosis de baja intensidad de los sedimentos de
grano fino. Si la metamorfosis es de mayor intensidad, se forma el filadio, que
es parecido a la pizarra pero de grano grueso; también se puede formar esquisto.
Otra roca es el neis, que resulta de una metamorfosis con máximo grado de
actividad. Está formado por cuarzo y feldespatos y es de grano cristalino y de
estructura foliada. Otras rocas metamórficas, parte del estudio de la
petrología, son las anfibolitas y las milonitas.