La Torre Eiffel es una enorme torre de hierro que fue
construida para la Exposición Universal que se realizó en París en conmemoración
de los 100 años de la Revolución Francesa, siendo inaugurada el día 31 de marzo
de 1889. Con el paso de los años, la majestuosa construcción, creada por Gustave
Eiffel, se ha convertido en el símbolo de la ciudad de París, y en un verdadero
imán de turistas de todas partes del mundo.
Como ya se mencionó, la construcción de la Torre Eiffel
estuvo a cargo de quien le dio su nombre, Gustav Eiffel. Sin embargo, este
proyecto pudo haber sido concretado sin la colaboración de los ingenieros
Maurice Koechlin y Emile Nouguier, y al trabajo realizado por el arquitecto
Stephen Sauvestre.
La Torre Eiffel está construida en base a hierro forjado, y
en su estructura es posible contar más de 18.038 piezas que son fijadas entre si
por más de 2.500.000 remaches. Todos estos materiales hacen que la torre tenga
un peso de 7.300 toneladas. Como es posible intuir, las dimensiones de la torre
son impresionantes, contando con 312,27 metros de altura, lo que gracias a la
instalación de antenas en los últimos años, han aumentado a 324.
Teniendo en consideración que la Torre Eiffel es un verdadero
imán de turistas, sus encargados se han preocupado de mantenerla en perfectas
condiciones tanto estructurales como estéticas, siendo necesario, por ejemplo,
pintarla cada siete años. Para esta tarea es necesario usar, nada menos que la
impresionante suma de 50 toneladas de pintura, que son aplicadas por obreros
especializados en escalamiento acrobático.
Si se quiere visitar la Torre Eiffel y subir a observar la ciudad
desde lo alto es necesario considerar que posee 1.655 escalones. Sin embargo,
para aquellos turistas más cómodos se han implementado ascensores panorámicos
que permiten ascender al segundo piso y comprar todo tipo de recuerdos de la
visita a la famosa torre.