Un Ashram es una comunidad espiritual, propia del hinduismo,
en la que convive un guía espiritual junto a sus discípulos. Los ashrams son
fundados por maestros espirituales que congregan a un conjunto de personas para
vivir centrados en Dios y su voluntad. Estos maestros son servidores de Dios que
fundan estas comunidades sin otro fin que el contar con un lugar de paz en el
que se pueda servir a Dios.
En un ashram viven varias personas y todas pueden aportar
para mejorarlo, sin embargo, es el maestro espiritual, o bien su representante,
quien toma las decisiones más importantes y tiene la última palabra en caso de
que se gatille algún tipo de conflicto.
Como toda comunidad, en los ashrams existen reglas que deben
cumplirse y para poder vivir en alguno de ellos es necesario respetar todas sus
normas. Además, al ser un ashram también un centro de estudios, los estudiantes
deben contribuir con esfuerzo a agradecer todo aquello que se les entrega, como
ropa, alimentos y conocimientos. En estos lugares se enseñan los contenidos de
importantes libros que hablan de la autorrealización, como los Vedas, los
Upanishads, el Bhagavat Gita y el Srimad Bhagavatam. También está permitido
realizar visitar temporales a los ashrams, y quienes lo hacen, escuchan junto a
los estudiantes las clases de personas devotas y ejemplares, además de estudiar
los libros ya mencionados, con lo que aprenden a vivir a vivir en paz, a través
de la meditación y otras prácticas contemplativas..
Debido a la devoción de sus miembros, es usual que los
ashrams sean lugares muy artísticos y hermosos, llenos de lindas piezas de
decoración y de meditación, que hacen de ellos lugares muy atractivos para
muchas personas, donde encuentran momentos de paz y de conexión con el mundo y
su naturaleza, ya que además de la devoción a Dios, en los ashrams se promueve
el amor espiritual hacia todos los seres, incluyendo las plantas y los animales,
quienes merecen un tremendo respeto por la comunidad.
Entre los ashrams más conocidos por la notoriedad de sus
maestros fundadores, cuyas filosofías y prácticas han trascendido hasta
occidente, se encuentran el ashram de Sri Aurobindo en Pondicherry, un
territorio dentro de la India, y el ashram de Sri Ramana Maharshi, en
Thiruvannamalai, a los pies del monte Arunachala, también en el territorio de la
India, cuna de algunos de los grandes místicos de la humanidad.