Un autogiro o girocóptero es una aeronave, un avión, que para
volar, recibe la sustentación necesaria a través de un ala que gira, parecido a
como lo haría un helicóptero pero con la salvedad de que en este caso el rotor
se acciona a partir del flujo de aire que se produce con el movimiento del
aparato, el que es empujado por un motor y una hélice que le otorgan la fuerza
de empuje, tal como lo haría un avión..
El autogiro fue diseñado por el español Juan de la Cierva y
tuvo su primer vuelo oficial el día 9 de enero de 1923. La introducción de este
aparato hizo posible la creación de la tecnología necesaria para el rotor que
permite el vuelo hacia adelante y atrás en una aeronave con alas rotativas, lo
que fue aprovechado en el desarrollo del helicóptero.
Hasta la aparición del autogiro, los diseñadores de aviones
de alas rotativas se encontraban un tanto estancados en su trabajo, y fue
gracias al diseño introducido por Juan de la Cierva, que el rotor articulado se
hizo conocido, permitiendo que sus fantásticas propiedades se implementaran en
otro tipo de aviones.
Entre las características mas favorables del autogiro se
encuentra su reducido tamaño y su gran maniobrabilidad que permiten una buena y
rápida respuesta ante condiciones climáticas adversas. Además destaca la
excelente visibilidad desde su cabina, y por otra parte, poseen una parada de
motor bastante segura, lo que incluso permite a algunos pilotos apagar el motor
antes de aterrizar; al contrario de un helicóptero, el autogiro planea como un
avión.
Gracias a todas estas características, sobretodo debido a su
fácil maniobrabilidad y gran visibilidad, el autogiro es considerada como la
aeronave ideal para realizar vuelos de placer, para visitar todo tipo de
parajes, así como también para realizar trabajos periodísticos en los que es
necesario sacar fotografías a baja altura, sin tener que preocuparse demasiado
por las turbulencias que otro tipo de aeronaves no son capaces de manejar. Por
estos motivos es que en la actualidad son muchos los aficionados que incluso
construyen sus propios modelos, reviviendo al ya clásico autogiro, y todo esto
además impulsado por un gran número de empresas pequeñas que los fabrican para
vuelos recreativos.