Un bronceador sin sol, o también denominado autobronceante,
es por lo general, una crema corporal que contiene agentes activos que permiten
darle a la piel aquel deseado tono bronceado del sol, pero sin la necesidad de
exponerse a él.
La forma tradicional de broncearse es a través de la
exposición sostenida al sol, usando algún tipo de crema con factor de protección
solar para proteger a la piel en alguna medida de la radiación solar. Sin
embargo, debido al crecimiento desmedido de las enfermedades a la piel
relacionadas a la exposición al sol, así como también el envejecimiento
prematuro que trae consigo la aparición de manchas y arrugas, ha hecho a las
personas tomar una mayor conciencia de los peligros de una exposición exagerada
al sol, por lo que la demanda de bronceadores sin sol ha aumentado
considerablemente.
A pesar de los peligros del sol, las personas siguen viendo
al bronceado de la piel como algo atractivo, por lo que la fuerte demanda de los
productos de auto bronceado ha hecho que el mercado amplíe la oferta y variedad
de este tipo de productos. Debido a lo anterior, hoy en día existen muchos más
productos de este tipo que las cremas. Es posible acudir a centros
especializados en el que se aplica una solución bronceadora en spray, lo que
permite que su aplicación sea muchísimo más pareja, evitando manchas por
coloración excesiva o manchas claras por olvidar algún lugar del cuerpo durante
la aplicación del producto. Entre las variedades de estos bronceadores se
encuentran aquellos de efecto inmediato, pero de menor duración (los baños
sucesivos van quitando el color a la piel), y aquellos de una acción más
profunda, que requieren de varias aplicaciones a lo largo de una serie de días,
lo que da como resultado un bronceado de mayor duración.
Las ventajas de estos productos son múltiples, ya que
permiten tomar el tono deseado sin necesidad de las molestas quemaduras
provocadas por la exposición prolongada al sol ni las enfermedades que esto
acarrea, así como también posibilitan a sus usuarios estar bronceados en épocas
en las que el sol es escaso como en el invierno. Esto sin mencionar el cáncer a
la piel, padecimiento cada vez más frecuente en el mundo.
A pesar de todo lo anterior, es necesario recordar, que el
bronceador sin sol, como todo producto aplicado a la piel, podría provocar en su
usuario reacciones alérgicas, y en caso de que esto suceda, lo mejor será
suspender inmediatamente su uso, consultar al médico y buscar para la próxima
vez un autobronceante que sea hipoalergénico o para piel sensible.