Es un tipo particular de torbellino, muy semejante en las
causas que lo forman a los ciclones pero en lugares “secos”. También los llaman
“minitornados” o “demonios de polvo”. Son muy comunes y pueden darse en
cualquier punto del planeta. Es muy obvio que se les denomina así por la
cantidad de partículas de polvo que arrastran y que por lo general no causan
mayores daños a las estructuras y el medio. Los diablos de polvo son generados
en planicies donde el aire caliente asciende rápidamente debido a que hay un día
claro y con altas temperaturas formando un “remolino” pues existe una diferencia
de presión ya que una “bolsa de aire frío” en la parte superior de la atmósfera
la genera. Su tamaño puede ser bastante pequeño, con menos de un metro de
diámetro y unos pocos metros de altura, pero pueden llegar a tener dimensiones
bastante más grandes.
Para aclararlo un poco, en general el aire de las partes altas de la
atmósfera es más frío pero ocasionalmente se forma una de estas bolsas que son
particularmente más frías que el resto, ésta tiene tendencia a bajar y el
torbellino se forma si se topa con una corriente de aire caliente que viene de
subida. La poca rotación que pueda tener esta columna de aire caliente que sube
se ve intensificada al "estirarse" hacia arriba, debido a la conservación del
momento angular. Y el desplazamiento del aire succiona más aire caliente lo que
a su vez intensifica el giro, lo que lleva a un minitornado que se mantiene por
un tiempo. La parte central del diablo de polvo se mantiene estable durante poco
tiempo, pues eventualmente la bolsa de aire frío se calienta y la superficie del
suelo se enfría con rapidez, cosa que no ocurre en los océanos donde el agua
tarda en enfriarse y mantiene de esta forma la energía necesaria para convertir
una tormenta tropical en un huracán, si se me permite la comparación.
En cuanto
a comparaciones diremos también que las “trombas” de agua tiene mucho más común
con los diablos de polvo en cuanto a duración y estructura, pero son mucho más
energéticas las trombas. Un dato curioso es que también han sido observadas
fuera de la Tierra, llamó mucho la atención el que se observó recientemente en
Marte cuando uno de los satélites artificiales que lo observan tomó imágenes de
un diablo de polvo que se elevaba por encima de unos 20 km de altura cuando en
la Tierra, no pasan de los 9 km.
Se pensaba que este tipo de torbellino no podía
darse en ese planeta pues la densidad de la atmósfera marciana es muy baja en
comparación con la Tierra, el diablo de polvo observado en Marte demuestra que
la atmósfera marciana tiene una estructura similar a la de la Tierra (por lo
menos en sus partes bajas) y con fenómenos igualmente similares, claro el hecho
de que el tornado tenga una altura de más del doble de los más grandes que hay
aquí nos da a entender que las bolsas de aire frío se forman a una altura mucho
mayor y que se necesita mucha más energía que en la Tierra para formar dicho
torbellino, sino serían más frecuentes y se habrían observado mucho antes.