El concepto se traduce del inglés “warp” que significa
curvatura, entonces es un motor que cambia la curvatura del espacio-tiempo. Aquí
es donde me hago niño de nuevo: el impulso WARP o el impulsor WARP es la manera
en que la nave espacial “NCC-1701” la “USS Enterprise” de la serie de televisión
Star Trek se desplaza por el espacio, lo que ellos llamaron “la frontera final”.
En efecto el término nace en la ciencia ficción, aunque se atribuye a Gene
Roddenberry (creador y productor de la serie) el haber creado el concepto
general nadie está seguro de quien fue la idea de la creación para este tipo de
propulsión.
Según la serie
la nave se envuelve en una burbuja espacio-temporal deformando el espacio-tiempo
(perdonen la redundancia) a su alrededor haciendo que el espacio se mueva y no
la nave, de allí que pueda viajar mucho más rápido que la luz. En la realidad,
tomando en cuenta que el viaje en el espacio a través de otras dimensiones puede
ser una auténtica imposibilidad técnica, un físico teórico mexicano, el doctor
Miguel Alcubierre, inspirado en la serie televisiva publica un artículo en 1994
en el describe como este mecanismo puede mover una nave espacial sin transgredir
las leyes de la mecánica relativista.
Para decir verdad en su momento no pasó de
ser una curiosidad científica pero con los años el profesor Alcubierre se ha
convertido en toda una celebridad y es considerado una autoridad en los temas de
la gravedad y el motor WARP-Alcubierre; por lo que ha recibido una gran cantidad
de premios y sus trabajos han servido de referencia para muchos otros
investigadores. Para describir una nave con un motor WARP-Alcubierre diremos que
se nos parecería a una “bola de fútbol americano” es decir algo como un cigarro
puro un poco regordete, alrededor de la parte central se encuentra un anillo,
que en teoría no toca la nave, en el anillo se encuentra cierta cantidad de
“materia exótica” que puede distorsionar la curvatura del espacio-tiempo de
manera que forma una especie de ola y la nave se deslizaría en esta ola como lo
haría un surfista en una ola de playa.
Existe un grave inconveniente con este
sistema: la cantidad de materia exótica en el anillo debería ser descomunal,
originalmente se calculó en el equivalente a unos dos o tres soles. Hoy día los
cálculos se han vuelto más modestos y una estimación, que por cierto sustituye
el anillo por un toroide, estima que para alcanzar la curvatura necesaria para
mover la hipotética nave espacial sería equivalente a la masa de un camión
liviano. Esto ha motivado a la NASA a intentar crear un prototipo del motor
WARP-Alcubierre que distorsione el espacio apenas unas diez millonésimas partes.
Claro que estamos lejos del momento de montarnos en la “Enterprise” pero todo
empieza por “un pequeño paso para el hombre...” en palabras del fallecido Neil
Armstrong.