Para la Real Academia de La Lengua,
presupuesto significa, cómputo anticipado del coste de una obra o de los gastos
y rentas de una corporación.
Lo cual es así, ya que el objetivo primordial de todo
presupuesto, es verificar de antemano, para cualquier proyecto o compra de
insumos, el precio final que se deberá pagar. Por ejemplo, cuando se debe
comprar algo, en alguna repartición pública o privada, se va cotizando en
distintos lugares y se piden presupuestos. Con los cuales, se sabrá de antemano,
cuánto llegará a costar la compra en sí. Asimismo, cuando se va a llevar el
automóvil a un taller mecánico, antes que se trabaje en el, se pide un
presupuesto. Esto, es para tener una idea clara y certera, del gasto en que se
tendrá que incurrir. Ya que el presupuesto, es una mirada hacia los gastos
futuros que se tendrán, al revés que la contabilidad normal, que mira el pasado
y el presente, en cuanto a los gastos de una organización.
Fueron los ingleses en el siglo XVIII, quienes desarrollaron
el presupuesto, como hoy día lo conocemos. Esto, ya que el gobierno de turno,
tenía que presentar una planificación exacta, de los gastos en que se iba a
incurrir, en el presente año. Presupuesto que tenía que se entregado al
Parlamento Británico en pleno. Tradición que se respeta hasta el día de hoy y no
sólo en Gran Bretaña, sino que en un sin número de países. Donde el ejecutivo
envía el presupuesto de la nación, para que éste sea aprobado por el Congreso o
Parlamento de aquella nación. Mucho después, los empresarios, comenzaron a
utilizar el presupuesto, como manera de predecir y planificar los gastos
correspondientes al año productivo. Hoy en día, no se concibe el manejo de un
estamento público o privado, sin la elaboración de un presupuesto, parea el
manejo financiero. Los cuales se pueden desarrollar, según el alcance que se les
quiera dar. O sea, planificar según el tiempo que se quiera barajar en el.
Pueden ser un presupuesto a corto plazo o largo plazo. Por lo general, las
empresas pequeñas, realizan los de tipo corto plazo. Ya que el manejo financiero
y el flujo de capital, no da para proyectarse por tanto tiempo. No así, en el
caso de los estados y las grandes transnacionales, entidades que ocupan un
presupuesto a largo plazo. Los cuales se fijan por años.
El presupuesto como tal, es una herramienta fundamental para
el desarrollo de políticas privadas o públicas. Es por medio de éste, que se
pueden estudiar los pasos a seguir, en cuanto a las materias que necesiten de
financiamiento. Por lo mismo, cualquier política tendiente a un desarrollo a
largo plazo o sustentable, debe estar respaldado por el financiamiento
correspondiente. Y la única manera de calcular, si es que se va a contar con el
capital, es por medio de un presupuesto. Asimismo, se pueden ir comparando los
presupuestos actuales, con los de años anteriores. Para verificar los resultados
y así, mejorar el diseño de los mismos, para perfeccionar las herramientas de
predicción.
Por otra parte, existen distintos tipos de presupuestos.
Entre los más comunes, tenemos los rígidos o flexibles. Cada uno de ellos, se
elabora según la organización, que los diseña. En el mundo empresarial, es más
común ver un presupuesto flexible. Esto se debe, ya que en variadas ocasiones,
existen márgenes que son impredecibles de anticipar. Por lo que se debe contar
con recursos extras, para no detener los proyectos en acción y la línea de
producción. En cambio, en el sector público, abundan los presupuestos rígidos,
ya que siempre los recursos del estado, son muy limitados.