Un radiador es un objeto intercambiador de calor, que aporta
calor a otro objeto, o bien, a lugar, sin contar con la presencia de llamas. En
el ámbito de los automóviles con motores de combustión interna, el radiador se
conecta a canales desde el motor y la cabeza de cilindros, desde donde se
bombea un líquido, típicamente una mezcla de agua con un anti-congelante. La
idea es que el fluido circule por el motor, disipando el calor y llevándolo
hacia el radiador, que a su vez disipa el calor usando el aire que entra por la
toma delantera del vehículo; todo esto enfría el motor, lo cual es su fin.
Ahora hablando más genéricamente, fuera del ámbito
automotriz, el funcionamiento de un radiador se basa en la diferencia de
temperatura entre su superficie y el ambiente en el que se encuentra, pero
además tiene gran influencia la cantidad de superficie expuesta del radiador en
dicho ambiente. Lo anterior se explica ya que, al haber una superficie mayor de
intercambio y mayor es la diferencia de temperatura, entonces, mayor será el
intercambio de calor.
Como se mencionaba en un principio, el radiador aporta calor
a un objeto o a un ambiente sin contar con llamas o fuego. Esto, debido a que un
radiador no posee procesos de combustión directa, sino que el calor que irradia
proviene del exterior a través de tuberías que transportan agua caliente, la que
ha tomado su temperatura en una caldera situada en algún otro lugar. Es por todo
lo anterior que no se debe confundir a un radiador con una estufa.
Como se dice que un radiador no es lo mismo que una estufa,
entonces hay que tomar en cuenta que otra de las diferencias radica en que,
además de no producir su propio calor, el radiador no emana gases ni ningún tipo
de otras sustancias, cosa que si puede ocurrir en el lugar en el que se produce
la energía eléctrica.
El mantenimiento de un radiador es bastante importante. Es
necesario hacer una revisión una vez al año a fin de evitar la acumulación de
gases en su interior, que obstaculizarían la entrada del agua caliente a ciertas
partes del radiador, así como también, la revisión de las llaves de paso con las
que debe contar, una para la entrada del agua caliente y otra para la salida de
agua fría; llaves que permiten el equilibrio hidráulico.