Una experiencia cercana a la muerte, o NDE (Near Death
Experience) en inglés, se refiere a la colección de percepciones o vivencias de
un individuo que ha estado clínicamente muerto y que luego ha revivido, o que ha
estado al borde del fallecimiento.
Lo interesante del tema es la similitud en los patrones de
esta experiencia, independiente del trasfondo social y cultural de la persona,
lo que para algunos la validan como una prueba de la vida después de la muerte,
y para otros sólo nos señala las similitudes en nuestro cerebro y sistema
nervioso central.
Entre los elementos comunes de esta vivencia está la
sensación y percepción de estar fuera del cuerpo (OBE, Out of Body Experience o
experiencia fuera del cuerpo en español), la sensación de paz y expansión, el
encuentro con seres espirituales o familiares y cercanos ya muertos, el paso a
través de un túnel o vórtice, experiencias de luz y luminosidades en el
ambiente, el repaso biográfico de la vida individual, y luego el retorno al
cuerpo "físico".
Para poder comprender este fenómeno se ha recurrido a los
estudios relativos al chamanismo y a disciplinas orientales donde experiencias
subjetivas de una naturaleza similar han sido estudiadas y experimentadas
frecuentemente por adeptos; por ejemplo en el caso del Yoga. La ciencia más
dura ha recurrido a químicos y a la estimulación eléctrica en el cerebro para
intentar replicar este tipo de fenómenos.
Los relatos y estudios acerca del tema han sido popularizados
por autores como Raymond Moody (en su libro "La vida después de la vida") y
otros, pero estos han sido objeto de incesantes debates entre científicos y
parapsicólogos. La pregunta central es si la conciencia puede o no existir más
allá de el funcionamiento del cerebro humano. Aquellos inclinados a creer en
está posibilidad buscan evidencias de percepciones "imposibles" durante estos
trances, como por ejemplo el recuerdo del entorno en la sala de operaciones y
conversaciones llevadas a cabo mientras el paciente estuvo inconsciente. La
explicación científica se inclina más bien a interpretar el fenómeno como un
resultado de los cambios químicos en el cerebro que se despliegan en situaciones
cercanas a la muerte.
Independientemente de las bases científicas de la experiencia
cercana a la muerte, esta ha ocasionado cambios radicales en la forma de pensar
y vivir de quienes la han experimentado. Las personas que han pasado por estas
vivencias se han vuelto mas espirituales, lúcidas y agradecidas de la vida;
incluso escépticos se han tornado asiduos creyentes en la posibilidad de las
realidades espirituales. Por este motivo es que la experiencia se considera por
todos los bandos como transformadora para el individuo que la experimenta.
Los estudios que se hagan en el futuro posiblemente nos darán respuestas mas claras al respecto
de lo que verdaderamente es una NDE..