Una fractura es una ruptura experimentada por un hueso, a
nivel macro o microscópico, y además por lo general implica un trauma en los
tejidos blandos y neurovasculares ubicados en la zona de la fractura.
Las fracturas se producen por un impacto fuerte en el hueso,
en otras palabras se ejerce una fuerza mayor de la que éste es capaz de
sostener, concretamente puede ser producto de una caída, traumatismo, golpe o
patada. También una fractura puede ser ocasionada por alguna condición médica en
la cual se debiliten los huesos, como en la osteoporosis o algunos tipos de
cáncer.
Luego de haber sufrido el impacto en el hueso lo más común es
que se sientan los siguientes síntomas. Dolor en la zona en la zona afectada;
hinchazón; deformación; dificultad para utilizar o mover el hueso afectado;
aparición de hematomas; enrojecimiento de la piel y sensación de calor.
Las fracturas son posibles de clasificar. Por una lado está
la fracturas expuesta o abierta, que se caracteriza porque el hueso atraviesa la
piel; esto puede resultar muy riesgoso, pues se abre una puerta de entrada al
organismo, además el contacto del hueso con el medio externo lo puede infectar,
y una infección en el hueso resulta muy complicada de tratar (dura como mínimo
un mes). Por el contrario, en las fracturas cerradas la piel superficial no
sufre daños.
Existe otro tipo de clasificación según la quebradura. La
fractura en tallo verde, es una quebradura incompleta, es decir, no queda
dividido en dos partes. La fractura transversa es una ruptura que va en línea
recta a través del hueso. La fractura espiral se produce principalmente por una
torcida, como su nombre lo dice es una quebradura en forma de espiral. La
fractura oblicua es cuando el hueso se fractura diagonalmente. La fractura por
compresión consiste en un aplastamiento del hueso. Y por último está la fractura
conminuta que consiste en que el hueso se quiebra en más de una partes.
Una fractura puede diagnosticarse de variadas maneras; la más
común son las radiografías, que consiste en el empleo de rayos X que otorga
imágenes de tejidos internos, huesos y órganos.
Para tratar una fractura depende del grado de ésta; la edad,
historia médica y salud del paciente; el tipo de fractura; y la opinión o
preferencia del enfermo. En el caso de que la fractura sea expuesta es
considerado una emergencia. Se puede aplicar yeso para inmovilizar la zona
afectada; receta de medicamentos; tracción, es decir, la aplicación de una
fuerza con instrumentos específicos para volver la zona afectada a su dirección
normal; por último la cirugía donde se retornan los huesos rotos que fueron
desplazados a su lugar de origen.