La vasectomía es una intervención quirúrgica que consiste en
el corte y ligadura de los conductos deferentes (que comunican los testículos
con las vesículas seminales) a la altura del escroto, antes de que lleguen a las
vesículas seminales y la próstata. Así quedan cortados los canales por los que
viajan los espermatozoides producidos en los testículos, por lo que se eliminan
los riesgos de un embarazo no deseado. Actualmente es un método anticonceptivo
irreversible, aunque en casos particulares puede ser revertido por medio de otra
intervención llamada vasovasostomía.
El procedimiento consiste en dos incisiones laterales, una
por cada testículo, o una frontal de donde se sacan los conductos deferentes y
se les corta una sección. Luego se atan los extremos y quedan separados entre
sí. Después de la operación, sólo el 10 porciento de los pacientes experimenta
algún tipo de dolor testicular. Dentro de los 3 a 5 días de la intervención se
pueden reiniciar las actividades normales y entre los 10 y 15 días ya se puede
hablar de una recuperación absoluta y es posible retomar la vida sexual.
Como método anticonceptivo es sumamente efectivo, tiene un
porcentaje de falla de 0,5 porciento. En el período inmediato a la intervención
hay que utilizar otro método anticonceptivo alternativo, como un preservativo,
porque puede haber presencia de espermatozoides. Sólo pueden dejar de usarse una
vez que el espermiograma dé como resultado una presencia nula de
espermatozoides.
Existen muchos mitos en torno a la vasectomía, por ejemplo,
que la cantidad de semen disminuye. Esto no es tal, ya que los espermatozoides
sólo lo componen en un 5 porciento. Otro, afirma que disminuye el deseo sexual y
la potencia de las erecciones, lo cual también es falso.
Antes de decidir realizarse una vasectomía hay que tener en
claro que es un método definitivo e irreversible. Por esto, es un medio de
anticoncepción recomendable para hombres con parejas estables y que sienten que
han concluido la etapa de procreación.
Este método es cada vez más usado alrededor del mundo,
especialmente en los países desarrollados. Es más utilizado en adultos que ya
tienen formada su familia y no desean continuar procreándose.