Las bacterias son organismos unicelulares de diversas formas.
Pueden tener diversas características según sean de animales o vegetales. Tienen
estructuras poco complejas y son células procariotas, es decir, sólo tienen un
cromosoma y no tienen membrana celular. Las bacterias son los organismos más
abundantes de la Tierra, encontrándose en todas partes, y son de vital
importancia para la naturaleza y el hombre.
Las bacterias son muy difíciles de identificar debido a el
núcleo no posee membrana por lo que la sustancia nuclear está mezclada con el
citoplasma. Muchas de ellas están cubiertas por una cápsula mucosa que ellas
mismas producen. En los cultivos, las bacterias que poseen cápsula forman
colonias lisas, mientras que aquellas que no poseen cápsula forman colonias
rugosas. Pueden llevar flagelos, que son órganos de locomoción, y sus formas
pueden ser variadas. Las de formas esféricas se denominan cocos, las de
bastoncillos se denominan bacilos y las de forma espiral se llaman espirilos.
En el caso de las bacterias cocos, puede haber diplococos (en
grupos de dos), tetracocos (en grupos de cuatro), estreptococos (en cadenas) y
estafilococos (en agrupaciones irregulares o racimos). Las bacterias espirilos
pueden clasificarse en vibrios (un poco curvados y en forma de coma), espirilos
(forma helicoidal rígida o tirabuzón) y espiroquetas (tirabuzón o helicoidal
flexible). Otras bacterias pueden tener formas cúbicas o tetraédricas. Las
formas pueden determinar la capacidad de la bacteria de obtener nutrientes,
unirse a otras estructuras o moverse por estímulos.
Casi todas las bacterias se reproducen por división en dos
partes iguales. Otras pueden hacerlo por gemación, al producir brotes que se
desprenden al tener cierto tamaño, y también hay reproducción por ramificación.
Otro tipo de reproducción no vegetativa, es un intercambio de materia
hereditaria entre individuos de signos diferentes.
Las bacterias se pueden encontrar en la flora intestinal de
gran parte de los animales y del hombre, siendo esenciales para un buen
funcionamiento interno. Otras bacterias son parásitos que pueden ser patógenos o
inofensivos. En el caso de los patógenos, su peligrosidad depende del estado de
la colonia formada. En estado liso pueden ser más virulentas que en estado
rugoso. Mientras más virulentas sean, son menores los números necesarios para
provocar enfermedades. Este tipo de bacterias patógenas producen enzimas que
disuelven los tejidos que alcanzan, de manera que la bacteria pueda ingresar en
el organismo y destruir sus defensas. También pueden producir toxinas que pueden
ser exotoxinas, cuando las emiten al exterior, o endotoxinas, que liberan al
destruirse. Esas sustancias dañan el organismo provocando efectos como la fiebre
o el shock y son responsables de enfermedades como el tétanos y la difteria,
entre otras.
Como se menciona anteriormente, las bacterias se encuentran
en todo el planeta en los variados medios. Son uno de los principales
componentes del suelo debido a la mineralización que realizan de restos
orgánicos y a la fijación del nitrógeno atmosférico que realizan algunas.
También descomponen los restos orgánicos presentes en el agua. En el aire
aparecen al ser arrastradas por corrientes. Las bacterias cumplen un papel
esencial, ya que sin ellas, los mencionados restos orgánicos de plantas y
animales se acumularían y constituirían una fuente enorme de enfermedades y
problemas ecológicos. Además, son de gran interés en el estudio de la fisiología
celular, de la genética y de la síntesis de proteínas, y son importantes en
industrias alimenticias y químicas, al participar en la síntesis de vitaminas y
antibióticos.