Las franquicias, son contratos, a través de los cuales, una
empresa concede derechos y entrega obligaciones a otra empresa o persona, para que esta obtenga
ganancias por medio de la explotación de una marca, producto o servicio. ¿Qué gana el franquiciador?
Aparte de permitir que su marca siga creciendo, el franquiciado deberá pagar
una comisión o royalty, de las ventas efectuadas durante cada mes que dure la
franquicia.
Quien sede los derechos y entrega obligaciones sobre una
licencia de marca, será llamado franquiciador. Por su parte, quien obtiene la
franquicia, se llamará franquiciado.
Lo atractivo de las franquicias, es que son una manera bastante
rápida de adquirir un negocio y al mismo tiempo, obtener un know how que se ha
desarrollado por años.
Ya que al adquirir las franquicias, el franquiciador, debe
entregar sus conocimientos (know how o saber hacer), al franquiciado.
Aparte, con las franquicias, uno
adquiere un producto, respaldado por una marca, que ya ha logrado una
penetración, dentro del segmento objetivo de la misma.
Por otra parte, el franquiciado, podrá vender de manera
legal, el producto respectivo. Así, con una marca y un producto que ya han
progresado en cuanto a la penetración respectiva, se lograrán resultados de
manera más rápida.
Con respecto a la historia de las franquicias, estas son
parte del mundo de los negocios, desde hace más de 150 años. Ya que en Europa,
ya se practicaban franquicias, de manera incipiente entre los cerveceros. De
igual manera ocurría en los Estados Unidos, por medio de las empresas
ferrocarrileras.
En la actualidad, las franquicias son bastante populares
, gracias a las gestiones realizadas por las cadenas de comida rápida.
Alguno de los casos más emblemáticos, los constituyen Kentucky Fried Chicken, Mc
Donald`s y Pizza Hut. También son conocidas franquicias como las de T.G.I Friday´s
y Hooters.
Es así, como las franquicias, son la manera con que
algunas empresas, logran expandir sus marcas dentro de una nación e incluso de
manera mundial. De esta manera muchas de estas empresas, logran incrementar sus
activos de manera constante. Esto, ya que el sistema de las franquicias es
bastante simple y con bajos riesgos para los franquiciadores. Debido a que sólo
se debe entregar las licencias de la marca y el conocimiento del negocio, para que
otra persona, haga crecer aún más, la marca en cuestión. Claro, pero el
franquiciado puede realizar una mala gestión. Para ello, el franquiciador, por
medio del contrato de las franquicias, estipula que el franquiciado, deberá
permitir un control por parte del primero, de cómo se lleva la gestión de la
nueva franquicia.
Es así, como ambas partes deben incurrir en obligaciones
mutuas, las cuales son: El franquiciador deberá ceder la licencia de la marca y
sus símbolos. Asimismo, deberá ceder todo su know how, con respecto al negocio.
Esto incluye muchas veces un entrenamiento para el nuevo personal en algún local
establecido que puede
durar varios meses.
Por otra parte, deberá abastecer al franquiciado, de todas las maquinarias
necesarias para poner en marcha la franquicia o empresa. Todo esto tiene un
costo por supuesto y por este motivo obtener una franquicia de alguna marca
conocida puede costar bastante caro.
Por último, como se mencionó anteriormente, el que explota
las franquicias,
deberá pagar una comisión o royalty sobre las ventas del mes. Aparte de realizar
todas sus gestiones, dentro del marco regulatorio que le entrega el
franquiciador.