El término viene del griego “gala” o “galaxias”.El primero
quiere decir leche y el segundo quiere decir círculo de leche. Los griegos
observaron en el cielo una mancha que recorría el cielo de el noreste has el
suroeste y cuya parte más densa se encuentra en la constelación de Sagitario. Se
imaginaron que era un camino de leche, sobre el que se tejen varias leyendas,
por ejemplo que Hera la diosa reina del Olimpo no le tenía animadversión al
pequeño Heracles (Hércules en su nombre latino) y viéndole llorar lo amamanta
con cariño (recuerden que ante todo Hera es una madre de dioses) pero el niño
hambriento extrae tanta leche que se derrama por todo el cielo, al menos de los
mitos sobre como el pequeño Heracles hace el reguero éste es el que encuentro
más agradable.
Los astrónomos llamaban La Galaxia a todo lo conocido en el
Universo pues con cierta razón creían que todo estaba contenido en la Vía Láctea
(camino de leche, como le decían los romanos). El primero fue Galileo que al
dirigir su telescopio hacia la mancha lechosa lo que encontró fueron más y más
estrellas. Sin embargo ya Demócrito en tiempos de los griegos había especulado
sobre si la luminosidad de la Galaxia se debía a que las estrellas eran tan
pequeñas que no se podían ver individualmente.
A principios del siglo XX se
establece un debate sobre ciertas “nebulosas” con forma espiral que se veían en
el cielo y si se eran más bien sistemas semejantes a la Galaxia. En 1923 Erwin
Hubble descubre que la llamada “nebulosa de Andrómeda” (pues se ubica en la
constelación de Andrómeda) no era una nebulosa sino una galaxia también,
sanjando la cuestión definitivamente. Entonces el término galaxia se utilizó
para esos sistemas estelares y para nuestra galaxia se reservó el nombre latino
“Vía Láctea”.
Hoy creemos con mucha seguridad que todos los componentes del
Universo están presentes en una galaxia: estrellas, nebulosas, planetas,
agujeros negros, cometas, quazares y hasta galaxias satélites, como las “Nubes
de Magallanes” nombradas en honor al navegante portugués que fue el primero en
observarlas, éstas son galaxias satélites de la Vía Láctea. Por tal motivo las
galaxias son llamadas con justicia “Universos Islas”. Existen muchas
clasificaciones de las galaxias. Por su forma pueden ser elípticas (como la
galaxia de Andrómeda), espirales (como la Vía Láctea) e irregulares (como “las
Nubes de Magallanes”), esta clasificación la propone el mismo Hubble aunque más
amplia de lo que se suele enseñar a nivel escolar.