Los parásitos son seres vivos que viven temporal o
periódicamente a expensas de otro, nutriéndose de él, pero sin matarle. En el
parasitismo, sólo una especie resulta beneficiada, el parásito. En cuanto a la
especie parasitada o huésped, puede no resultar afectada o puede sufrir
consecuencias variables. Debido a ello, el parasitismo, también es considerado
como una forma especial de depredación. Existen parásitos en todos los reinos y
muchas especies son parasitadas, incluso el hombre.
Existen parásitos con distintos comportamientos y de diversas
clases. Pueden ser obligados, cuando no pueden sobrevivir fuera del huésped, y
facultativos, cuando sobreviven en el huésped sólo temporalmente. Un ejemplo de
estos últimos, son las larvas de varias moscas de la carne, que generalmente
crecen en especies muertas, pero en ocasiones, los huevos son depositados en las
heridas de seres vivos. Las larvas se desarrollan de la misma manera que en las
carnes descompuestas, hasta que estén listas para salir.
Los parásitos también se pueden clasificar en endoparásitos,
que son los que viven en el interior del organismo huésped, como los protozoos
parásitos de la sangre. Hay varios endoparásitos que pueden causar enfermedades
graves, como los plasmodios, que pueden causar la malaria. El otro grupo es el
de los ectoparásitos, que se fijan a la piel del huésped para perforarla y
alimentarse de sangre o linfa. Ejemplos muy comunes de ectoparásitos son las
garrapatas, las pulgas y los piojos.
Las consecuencias que sufre la especie parasitada varían
según el grado de dependencia que tiene el parásito hacia el huésped. En el caso
de los parásitos internos obligados que dependen del huésped para sobrevivir,
sólo se alimentan de los residuos del metabolismo de ese huésped. Si éste se
enfermara y muriera, también el parásito provocaría su exterminio.
Los parásitos se pueden clasificar también en temporales,
periódicos y permanentes. Son temporales, cuando sólo se fijan en el huésped
para alimentarse, pero viven la mayor parte de su vida en otro lugar. Es el caso
de las garrapatas, que viven en la hierba pero se fijan a los animales para
beber sangre hasta que están llenas, luego, vuelven a sujetarse a las plantas.
Los periódicos, son organismos que se comportan como parásitos sólo en una etapa
de su ciclo de vida. Por ejemplo, algunos crustáceos viven libres en estado
larvario, pero como adultos viven parasitando a algunos peces. Otro caso es el
de los mosquitos, que viven libres cuando son larvas, pero al ser adultos, se
comportan como ectoparásitos temporales al alimentarse de la sangre de otras
especies. En cuanto a los parásitos permanentes, son aquellos que viven en un
huésped todo su ciclo de vida.
Los parásitos no sólo son del reino animal, sino que puede
haber de todos los reinos. Existen hongos que parasitan a animales y plantas.
También hay plantas que parasitan a otras plantas. En cuanto a los animales,
pueden parasitar a plantas y a otros animales. Casi todos los de este reino son
invertebrados; sin embargo, hay algunas especies vertebradas que usan el
parasitismo para sobrevivir. Es el caso de algunos peces y de los murciélagos
que se alimentan de la sangre de los ganados.
En el ser humano, los parásitos pueden ser bacterias, hongos,
protozoos, virus y riquetsias. Estos dos últimos, a menudo no son considerados
organismos vivos, pero sus métodos son muy similares a los de los parásitos, ya
que se hospedan en otro organismo y se nutren de ellos. Otros parásitos de
humanos son varias especies de gusanos. Entre todos ellos, son los hongos y las
bacterias los que causan la mayoría de las enfermedades infecciosas comunes,
aunque también los protozoos pueden causar enfermedades. Los piojos, las pulgas,
los mosquitos, los ácaros y las garrapatas, también son parásitos que se nutren
del ser humano, especialmente, los piojos, que se fijan en la cabeza de las
personas.