El sol es la estrella más grande de nuestra
vía láctea. Es la fuente energética más importante de la tierra. Gracias a la
energía del sol, es que los seres vivos pueden subsistir. Sin el sol, nuestro
planeta estría destinado a ser igual, que lo que es Marte. O sea, un planeta sin
vida.
La masa solar, tiene más de 300 mil veces la de nuestra tierra.
La composición del sol, es simple, un 25% de su estructura, está dada por el
helio, con 75% por hidrógeno y lo restante se divide en 1% de oxígeno y el otro 1%
restante, en diversos elementos.
Por lo que es, una estrella netamente gaseosa. Para
dimensionar su real tamaño, hay que pensar que el sol, tiene un diámetro de
1.400.000 Km. O sea, cien veces más grande, que el que posee la tierra. De todas
maneras, nuestro planeta, no se considera entre los más grandes del sistema
solar. Al menos, existe un consuelo.
Ahora, lo más impresionante, es la temperatura que tiene el
sol. Esta temperatura, llega a los 6.000 grados Celsius, solamente en su
superficie. Esto, ya que la energía del sol, se da gracias a la fusión del
hidrógeno con el helio, proceso por el cual, se genera energía pura. Con lo
cual, en cada fusión, el sol pierde parte de su masa. Se cree que el sol, al
continuar con esta pérdida de masa, debido a su producción de energía, podrá
seguir alimentando de esta al sistema solar, por alrededor de unos 5 mil
millones de años.
Al final de éste viaje, el centro se volverá aún más
caliente, en cambio, su parte externa, se expandirá y se volverá más fría. Con
lo cual, se transformará en lo que los científicos, llaman, una enana blanca.
Este proceso de fusión, del cual se hablaba, se da
exclusivamente, en el núcleo del sol. Donde la temperatura de esta estrella
solar, llega a los 15.000.0000 de grados Celsius.