Es un personaje de la mitología griega. De familia real,
Dédalo nace
en Atenas y sobresale como un gran estudiante, por lo que Atenea lo tomó bajo su
tutela personal. Gracias a ello sobresale como escultor, arquitecto, artesano e
inventor. Ahora bien, nadie sabe con exactitud cual fue el motivo de su
destierro, lo cierto es que en muchos textos se menciona como asesina a su
sobrino Perdix (Talos en otros textos). Según se cuenta su hermana lo pone bajo
su cuidado y el joven demuestra un ingenio que bien podría superar el suyo ya
que inventa la cierra y el primer compás.
Dédalo era muy celoso de su ingenio y
al ver que su sobrino lo empezaba a aventajar lo empuja de lo alto del templo de
Atenea. La diosa para evitar tal el sacrilegio y sintiendo simpatía por los
jóvenes con inventiva lo convierte en una perdiz (como saben estas aves no hacen
nidos en los árboles, ahora sabemos el por qué). Dédalo es desterrado y entre
sus muchos viajes deja grandes muestras de arte arcaico y sobresalen unas
estatuas animadas que Platón describe en uno de sus libros. Se refugia en la
corte del rey Minos que le encarga diversos trabajos y donde tiene a su hijo
Ícaro de una esclava muy bella que Minos le ha obsequiado.
Aquí es donde varios
mitos se entrelazan: Parsifae, la esposa de Minos, ha sido maldecida por
Poseidón ya que Minos había prometido hacer un sacrificio con motivo de su
coronación: lo primero que el mar le diera. El dios hizo salir un toro blanco
del mar, pero siendo tan bello que Minos lo cambió por otro y se lo dejó como
semental. La maldición que cayó sobre Parsifae fue la de enamorarse del toro de
Poseidón o de Creta y que luego se convertiría en un animal maligno que Heracles
(Hércules) tendrá que encerrar como uno de sus trabajos. Ella le encarga a
Dédalo la construcción de una vaca de madera tan perfecta que pudiera engañar al
animal y hueca para ella poder entrar y aparearse así con el toro. Dédalo la
hizo y ella consiguió hacerlo, de tal unión nació el Minotauro, un ser salvaje
que se alimentaba de carne humana con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Minos
horrorizado le ordena al inventor construir un laberinto donde el monstruoso ser
sea encerrado y nunca encuentre la salida.
Mientras en Atenas un hijo de Minos
muere y esto motivó una guerra que termina con un tributo humillante para los
atenienses: siete jóvenes y siete doncellas serían sacrificados anualmente a
manos del Minotauro. El sacrificio dejaría de realizarse si uno ellos lograba
sobrevivir. Teseo es enviado entre los jóvenes de uno de los sacrificios
realizados, logra matar al Minotauro y con la ayuda de Ariadna, la hija de
Minos, logra escapar del laberinto. Según algunos relatos Ariadna ha visto como
Dédalo entra y sale del laberinto llevando consigo una madeja de hilo, en otros
es el mismo Dédalo que le dice que usando un hilo atado a la entrada se puede
recorrer el laberinto sin perder el camino de regreso.
Lo cierto es que Teseo
regresa a Atenas con Ariadna, termina el tributo y Minos encierra a Dédalo y su
hijo en una torre, muchos dicen que en el mismo laberinto como castigo (sea
porque el laberinto pudo ser violado o por su participación indirecta en tal
hazaña). Dédalo escapa de su encierro pero no puede huir de Creta porque Minos
vigila estrechamente todas las embarcaciones mientras registra toda la isla.
Sabedor que la van a encontrarlo construye un artificio (unos dicen que unas
alas) que le permita volar y escapar por el aire. Adhiere plumas con hilos y
cera al aparato y al accionarlo logra elevarse sobre el suelo, seguro de como
usarlo construye otro para su hijo y lo alecciona en su uso.
Y aquí viene su
tragedia: le dice a Ícaro que no se acerque al mar para no mojar las plumas y
que no se eleve mucho para que la cera no se derrita por el calor del sol mas el
joven en su inocencia y lleno de emociones se eleva por lo alto y la cera se
derrite, el joven cae en el mar perdiendo la vida. Dédalo entristecido encuentra
refugio en Siracusa (la actual Sicilia) bajo la protección de su rey pero Minos
no deja de buscarlo y recurre a un truco sabiendo que solo Dédalo podría
resolverlo, hace una especie de apuesta: a que nadie puede enredar un hilo en
una caracola en espiral. El rey de Siracusa gana el reto aconsejado por Dédalo,
ata el hilo a una hormiga que lo lleva hasta el final de la caracola enredándola
del todo. Minos se da cuenta que Dédalo esta refugiado allí y exige que se lo
entreguen pero es asesinado por las hijas del rey de Siracusa. Según esta
versión Dédalo muere allí y según otra se une a Yolao, sobrino de Heracles y le
ayuda a conquistar Cerdeña, donde realiza grandes obras y muere. Este personaje
ha dejado gran huella en el arte y ha inspirado no pocas reflexiones literarias
y películas. Dédalo es el primer inventor mencionado en la mitología griega.